Redacción
15/01/2010
El presidente de Mongolia, Tsakhia Elbegdorj, ha anunciado ante el Parlamento una
moratoria de la pena de muerte y su deseo de abolirla definitivamente. Para Elbegdorj, la pena capital degrada la dignidad del país.
La propuesta del presidente Elbegdorj es de sustituir la pena de muerte por treinta años de prisión. Hasta ahora, la decisión final de aplicar o no esta pena a los condenados a muerte ha residido en el jefe de Estado. Elbegdorj, que llegó al poder en julio de 2009, ha evitado la ejecución de al menos tres presos desde entonces.
No hay datos oficiales sobre condenados y ejecutados, pero se estima que actualmente hay nueve personas condenadas a muerte en Mongolia, que tras este anuncio presidencial verán conmutadas sus penas. En todo 2009, no ha habido ninguna ejecución, aunque en 2008 se produjo al menos una.
El presidente ha recordado ante los diputados que la mayoría de países ha abolido la pena de muerte y que Mongolia debe empezar a caminar en la misma dirección, adaptando las leyes para hacerlo posible.
Para conseguirlo,
Elbegdorj deberá contar con el apoyo del partido de la oposición, que dispone de mayoría en el parlamento, y cuyos miembros son reticentes a la abolición de la pena de muerte que persigue el presidente.