Eva Queralt
28/05/2010
Libros del Asteroide presenta en español
El gran mundo, una de las novelas más representativas de la literatura australiana contemporánea, veinte años después de su aparición.
El gran mundo está considerada la mejor novela de
David Malouf (1934), un escritor polifacético que se inició como poeta pero que ha publicado relatos, ensayos, obras de teatro y hasta libretos para ópera.
Es sorprendente que Malouf, ampliamente premiado en el mundo literario anglosajón, sólo tuviera hasta ahora dos de sus obras traducidas al español:
Una vida imaginaria (El Aleph, 2000) y
Conversaciones en Curlow Creek (Destino, 1997).
Pero la llegada de
El gran mundo, ganadora del Commonwealth Writers’ Prize y del Prix Fémina Étranger, puede empezar a paliar este déficit y acercarnos a la desconocida literatura australiana.
La novela es la historia de una peculiar amistad, la de dos hombres que se conocieron en extremas circunstancias, como prisioneros de los japoneses durante la II Guerra Mundial, y que mantienen una estrecha relación durante toda su vida.
Pero estos dos australianos no tienen nada en común y de hecho uno de ellos siente aversión hacia el otro desde el día en que lo conoció. Sin embargo, se necesitan y, de alguna forma, se complementan. Se trata de una relación que se va moldeando a lo largo de los años, estrechándose o alejándose, en definitiva, adaptándose a sus nuevas circunstancias.
La guerra en el Pacífico supone un punto de encuentro entre estos dos personajes que vienen a simbolizar las dos Australias, la tradicional y la cosmopolita. Digger es un hombre pensativo, tranquilo, responsable, honrado y trabajador, que vive en una pequeña aldea en los alrededores de Sydney cuidando de una hermana deficiente y que nunca ha aspirado a nada más, a pesar de saberse dotado de una gran inteligencia.
Vic vive atormentado por unos orígenes paupérrimos y el odio a un padre alcohólico. Pero tras quedarse huérfano lo adopta una familia rica que le aportará posición social y la posibilidad de lanzarse a los negocios en los años de gran prosperidad. Creer en él mismo le salvó de pequeño, le mantuvo con vida en la guerra y le convierte en uno de los hombres más ricos y emprendedores del país. Sin embargo, hay una parte de él que no puede mostrar y por la que sólo se siente cómodo junto a Digger.
La vida de estos dos personajes tiene como trasfondo el siglo XX de un país que todavía se estaba forjando. Llegaba la inmigración desde el Reino Unido y la gente luchaba por hacerse un lugar en un nuevo mundo en el que también repercutió la Gran Depresión.
Durante la II Guerra Mundial, muchos soldados australianos sufrieron y murieron en los campos de trabajo que los japoneses instalaron en el Sudeste Asiático. Pero llegada la paz, el país resucitó y se lanzó a la modernidad a pasos agigantados.
Malouf, con una intachable combinación de lugares y tiempos y una prosa elegante, lírica y precisa, recrea este mundo y genera una inevitable adicción a seguir leyendo, más allá del argumento, sólo por el puro placer.
El gran mundo es además una gran novela de introspección psicológica. Malouf no sólo nos cuenta lo que ocurre, sino que nos lleva a descubrir el interior de los personajes, todas sus reflexiones, sus temores e incluso lo que no se atreven ni a pensar porque está totalmente oculto en sus entrañas.
Como dice el escritor Alberto Manguel, “la ficción, en manos de Malouf, se convierte en el arte de hacer coherente el mundo. Por ello debemos estarle agradecidos”.