Boicot y silencio mediático chino en torno a la entrega del Nobel de la Paz a Liu Xiaobo

Redacción 10/12/2010 Los esfuerzos de China para desprestigiar el Premio Nobel de la Paz han persistido hasta el final y han conseguido que veinte de los cincuenta países invitados a la ceremonia no asistan. Entre ellos, Rusia, Pakistán, Cuba o Filipinas, pero en conjunto todos con fuertes lazos económicos con Pekín.

Para China, la entrega de este premio a un disidente político condenado y encarcelado por “incitación a la subversión de los poderes del Estado”, es una seria ofensa a la soberanía nacional y un insulto al sistema judicial chino.

Esta irritación se ha visto agravada por el homenaje que el Congreso de Estados Unidos rendía el pasado miércoles al activista chino. Pekín consideraba “arrogante” que Estados Unidos felicite a Liu por su trayectoria y defiende que para China sigue siendo un criminal.

Liu cumple condena por difundir un documento, la Carta 08, exigiendo una apertura política en el país. Su esposa también se encuentra bajo arresto domiciliario y Pekín se ha asegurado que nadie de la familia ni de sus partidarios puedan salir del país para asistir a esta ceremonia.

Pero además ha aprovechado para dar un aviso a la disidencia y, a medida que se acercaba el día de la entrega en Oslo, ha aumentado el control sobre los activistas políticos. Naciones Unidas ha afirmado tener noticias de que al menos veinte activistas han sido detenidos, algunos muy cercanos a Liu, lo que se suma a otros 120 casos recientes de arrestos domiciliarios o restricciones de movimiento.

En la prensa china, sin embargo, poco se puede leer sobre el Premio Nobel, especialmente en los medios en lengua china, y cuando aparece la noticia se da especial énfasis en la supuesta división internacional en torno a este premio y a las críticas del gobierno chino.

Varios medios internacionales denuncian además que Pekín habría bloqueado sus páginas web en el país, una práctica que no es inusual. Entre los medios afectados en esta ocasión estarían la BBC, la CNN y la noruega NRK, además de la web de los Nobel.

Confucio, el premio alternativo

China también ha atacado al comité del Nobel y ha afirmado que sus consideraciones sólo representan a una minoría a nivel internacional, argumento que justifica comparando la población de Noruega con la de China.

Por ello ha impulsado su premio alternativo: el Confucio de la Paz. Pero la organización a última hora de este premio supuestamente internacional no ha dado el resultado esperado. A pesar de escoger como ganador a alguien cercano a Pekín como el ex vicepresidente de Taiwán y presidente honorario del Kuomintang, Lien Chan, éste tampoco asistió a la ceremonia celebrada este jueves en Pekín.

Lien Chan aseguraba no saber nada de este premio hasta pocas horas antes de la ceremonia de entrega y rechazó su asistencia. Una niña recogió el montante económico del premio en una ceremonia sin público. Además, el actual presidente de Taiwán, Ma Ying-jeou, también del Kuomintang, ha reiterado su satisfacción por la decisión del Nobel y ha pedido la liberación de Liu.

En Oslo, se han producido varias manifestaciones en contra de la entrega del Nobel a Liu, ante lo cual, el Instituto Nobel y Amnistía Internacional han denunciado que el consulado chino habría impulsado estas manifestaciones y que podría incluso haber forzado a los ciudadanos chinos residentes en la ciudad a defender la posición oficial de su país.