Redacción
15/02/2011
Washington nombrará esta semana al nuevo representante de Estados Unidos para Afganistán y Pakistán, que deberá suceder en el cargo a Richard Holbrooke, fallecido en diciembre pasado.
Aunque el nombramiento no es todavía oficial, el nuevo enviado será previsiblemente
Marc Grossman, un diplomático retirado con más de tres décadas de experiencia en el Departamento de Estado. Desde 2005, año en que abandonó la carrera pública, Grossman es vicepresidente de una firma privada.
Entre los cargos que ha ocupado figura el de embajador en Turquía y se considera que tuvo un gran papel para reunir apoyo internacional para lanzar la “guerra contra el terror” tras los atentados del 11 de septiembre en Nueva York.
En su nuevo puesto deberá afrontar el inicio de la
retirada de tropas de Afganistán mientras los líderes en el poder inician su plan de negociación con los talibanes.
En Pakistán, su primera responsabilidad será recuperar el clima de confianza dañado por la detención de un oficial norteamericano acusado del asesinato de dos ciudadanos pakistaníes.
Tras el repentino fallecimiento del carismático Holbrooke a finales de 2010, no ha sido fácil para la administración Obama encontrar un nuevo representante para la única región del mundo en la que mantienen un conflicto abierto.