Redacción
13/04/2011
Esta es la conclusión del informe de previsiones del futuro de la economía mundial hecho público por el
Fondo Monetario Internacional en el apartado en el que se refiere a las perspectivas de los mercados del Asia-Pacífico.
Frente al moderado crecimiento del 2,5% que el informe atribuye a las economías desarrolladas para 2011 y 2012, los emergentes van a ver una expansión media del 6,5%.
La fortaleza del crecimiento en el Asia-Pacífico se ve acompañada por un constante incremento de los precios de la energía y de los alimentos.
Esta tendencia genera a su vez una presión en demanda de mejores salarios, a las que los gobiernos de países en vías de desarrollo, con graves disparidades de riqueza, deben responder adecuadamente si quieren evitar graves crisis sociales.
En cualquier caso, este es el escenario ideal para la tormenta inflacionaria perfecta. Según el estudio del FMI aplicado a las economías del G20, tanto China como India se encuentran entre las economías con marcado riesgo de sobrecalentamiento.
China todavía consigue controlar relativamente la inflación, no tanto India. Ante esta situación, el FMI recomienda a los gobiernos concernidos políticas de apoyo a las familias menos favorecidas por el dinamismo económico de las dos últimas décadas, ahora doblemente víctimas al ser las más directamente afectadas por la espiral inflacionaria.
Para el conjunto del Asia emergente, el Fondo Monetario Internacional mantiene en su informe de este abril la misma previsión de crecimiento para 2011 y 2012 en el 8,4% del PIB.
Este dato refleja el tirón de China e India frente a los países del Sudeste Asiático, cuyo crecimiento es más moderado, entre el 5 y el 6%.
Respecto a enero, el FMI establece para la economía china una previsión de crecimiento del 9,6% y del 9,5% para 2011 y 2012 respectivamente, la misma que estableció en enero.
Sí observa una ligera disminución de dos décimas de punto para la economía india en relación a su anterior previsión. Aún así, India crecerá un 8,2% este año y un 7,8 % en 2012.
En el caso de Japón, a pesar del fuerte impacto social y emocional del terremoto del pasado 11 de marzo y el posterior tsunami, el documento del FMI concluye que el coste macroeconómico final va a ser limitado.
La previsión del FMI rebaja solamente dos décimas el crecimiento previsto para la economía japonesa este 2011 respecto a la anterior proyección realizada a principios de año.