China condena a cadena perpetua al académico uigur Ilhram Tohti por fomentar el separatismo
China reafirma su apuesta por una política de mano dura en el conflicto con la minoría musulmana en el Xinjiang con una severa condena al académico uigur Ilham Tohti. La sentencia le condena a cadena perpetua y a la confiscación de todos sus bienes por fomentar el separatismo.
Ilham Tohti, de 44 años, era catedrático de Economía en la Universidad de las Minorías de Pekín y miembro del Partido Comunista. Fue detenido en enero y el juicio se celebró la semana pasada. Ayer el Tribunal Popular nº 1 de Urumqi dictó la sentencia.
La condena es extremadamente dura si se tiene en cuenta que Ilham Tohti no es un militante separatista del movimiento uigur, que defienda la independencia de la Región Autónoma del Xinjiang. Al contrario, Tohti ha destacado por ser un firme defensor del diálogo y de tender puentes entre la comunidad uigur y los chinos han.
La sentencia acepta la denuncia de la policía de que Ilham Tohti utilizó su condición de profesor para atraer a jóvenes para formar parte de un grupo relacionado con movimientos terroristas e incitar a la violencia desde su página Web, "Uyghur Online".
Los abogados de Ilham Tohti han anunciado que apelarán la sentencia y movimientos pro derechos humanos como Amnistía Internacional o Human Rights Watch han criticado duramente la sentencia.
Ilham Tohti había defendido en sus ensayos y a través de su Web la necesidad del diálogo entre las dos comunidades. Aunque aceptaba que el Xinjiang debía seguir formando parte de China, también denunciaba la violencia del estado contra la población uigur y defendía la necesidad de proteger su lengua y su cultura.
La sentencia es una demostración de que el gobierno chino apuesta por una política de mano dura en el Xinjiang, especialmente tras los atentados que de extremistas uigures han llevado a cabo en Pekín y otras regiones de China, como el asesinato de una treintena de personas en Kunming.
Los uigures, la población autóctona del Xinjiang y de religión musulmana, se sienten amenazados por las políticas de asimilación que aplica el régimen chino.
Pekín ha incentivado con ayudas económicas la migración de chinos han, la etnia mayoritaria en China, que ya supone el 40% de la población del Xinjiang y que disfrutan de ventajas para establecer negocios. Además, restringe el uso de la lengua uigur y de sus manifestaciones culturales.
El gobierno chino parece que sigue apostando por la combinación de grandes inversiones para desarrollar una región, que por otro lado es rica en recursos naturales, con la represión política.