“Colombo debe dialogar con los tamiles para una paz definitiva”

Eva Queralt 19/11/2009 Chandrika Kumaratunga (1945), líder surgida de una estirpe de políticos, presidió Sri Lanka entre 1994 y 2005. A pesar de que el gobierno actual responde a las mismas siglas políticas que fundó su padre y con las cuales ella gobernó, se muestra muy alejada de las decisiones que han llevado a Colombo a derrotar militarmente a mediados de este año al movimiento separatista de los Tigres Tamiles (LTTE), con quien el estado estaba en guerra desde 1983. Kumaratunga ha participado en el VI Diálogo Oriente-Occidente organizado por Casa Asia, donde ha hablado de liderazgo para el diálogo, diversidad y cohesión social.

Tras sus años de presidenta y sus esfuerzos por poner fin a la guerra con los Tigres Tamiles, ¿qué opina sobre cómo se ha resuelto finalmente el conflicto, con una ofensiva militar tan dura?

Mi política para intentar resolver el conflicto se basaba en el diálogo. Por eso me reuní varias veces con el LTTE, aunque los Tigres nunca estuvieron dispuestos a aceptar nada que no fuera la independencia, ni siquiera cuando presenté una reforma de la Constitución que proponía un estado federal. Cuando ellos retomaron las armas, como estado no tuvimos más remedio que luchar contra ellos y recuperamos el 70% del territorio. Pero pocos meses antes del fin de mi presidencia, a raíz del tsunami, llegamos a un acuerdo muy importante que incluía por primera vez la colaboración de los Tigres con el gobierno para la reconstrucción de las zonas devastadas. Sin embargo, nunca se puso en marcha, porque se acabó mi presidencia y el actual presidente no quiso aceptar el acuerdo.

Así, ¿cree que no se ha tenido en cuenta la posibilidad de volver a negociar?

Creo que había otras formas de resolver el conflicto, aunque también tengo que reconocer que estoy muy contenta de que el terrorismo de los Tigres se haya acabado. Pero personalmente no me ha gustado en absoluto la forma en la que se ha hecho. Ha habido 300.000 refugiados que se encuentran todavía en campos, en malas condiciones, y muchos muertos civiles. Esta situación puede provocar el nacimiento de otros grupos como los Tigres, porque el problema no se ha resuelto.

¿Considera que la paz no es definitiva?

El gobierno actual tiene una oportunidad de oro, como nunca antes se ha tenido, para resolver el problema del pueblo tamil, porque ahora el terrorismo se ha acabado y los Tigres, que impedían una solución política, han desaparecido. Pero por el momento hace seis meses que la guerra se acabó y el gobierno no ha mostrado signos de comenzar un diálogo con los tamiles civiles. Hay que diferenciar entre los terroristas y el pueblo tamil y yo no veo que el gobierno les quiera diferenciar. Hemos ganado la guerra pero todavía no la paz. Espero que no perdamos la oportunidad de conseguir la paz para siempre.

¿Cuánto tiempo habrá que esperar para que los tamiles de los campos de refugiados puedan volver a sus casas?

De hecho podrían volver ya mismo, es lo que se debería hacer, pero parece que el gobierno no quiere. Creo que habría que permitirles regresar porque existen suficientes mecanismos en el país para ayudarles en esta situación, incluyendo ayudas para reconstruir sus casas y volver a empezar.

El conflicto llevaba años bloqueado y el ejército nunca pudo ganar al LTTE. ¿Qué ha cambiado ahora para que esta vez sí haya sido posible derrotar a los Tigres?

Se trata de una cuestión puramente militar. Mi gobierno intentaba siempre, en primer lugar, dialogar. Luego, los Tigres se rodeaban de población civil y mi gobierno no estaba dispuesto a atacar a cualquier precio y llevarnos por delante a la población tamil. El gobierno actual decidió hacerlo, ésta es la gran diferencia. La historia decidirá quién tenía razón.

¿Qué tipo de políticas se deberían implantar para conseguir la reconciliación nacional?

El gobierno debería empezar inmediatamente el diálogo con los representantes civiles del pueblo tamil, que están por todo el mundo. Muchos no apoyaban a los Tigres ni tienen nada que ver con ellos, pero tuvieron que exiliarse por la enorme discriminación que sufrían como tamiles. Hay que invitar a los representantes de los diferentes grupos tamiles que hay fuera y dentro del país y dialogar ya.

¿Cree que en las circunstancias actuales el gobierno se podría plantear la implantación de un sistema federal con autonomía para los tamiles?

Yo había propuesto un sistema federal y sigo creyendo que es la mejor solución.

¿Por qué cree usted que los tamiles no se han integrado a Sri Lanka?

No me gusta la palabra integración, prefiero hablar de cohesión social. Los tamiles tenían por un lado a los Tigres que no les dejaban acercarse a la sociedad cingalesa y que mataban a cualquiera que quisiera llegar a acuerdos con el gobierno o que no estuviera de acuerdo con ellos, incluso siendo también tamiles. Por otro lado, muchas veces desde Colombo no se hizo lo suficiente para hacerles entrar en una sociedad coherente junto a la mayoría cingalesa. Mi gobierno, en cambio, impulsó muchos proyectos para abrir las puertas a las minorías y crear una sociedad unida en la diversidad.

¿Y cuál es la opinión mayoritaria entre la sociedad civil cingalesa?

Durante mi gobierno, la mayoría de la población de Sri Lanka entendió mi posición y estaba de acuerdo en que los tamiles tuvieran los mismos derechos e incluso en compartir parte del poder. Ahora la opinión pública ha cambiado radicalmente como consecuencia del discurso del gobierno, que está en contra. En sistemas políticos con una libertad de prensa claramente limitada, la opinión pública depende mucho de lo que los líderes políticos digan.

Sri Lanka ha multiplicado las relaciones con China en los últimos años y China a invertido en la construcción de puertos y grandes infraestructuras. ¿Esta relación con China podría afectar a las relaciones con India?

De hecho, los grandes proyectos de infraestructuras que China está construyendo en Sri Lanka, que son cinco, se firmaron durante mi último año de presidencia. Esto no debería suponer ningún problema para las relaciones de Sri Lanka con ningún otro país, siempre que el gobierno tenga una política exterior clara y no permita interferencias. Yo no dejé en ningún momento que otros países controlaran nuestra política exterior, teníamos muy buenas relaciones con China pero también con India.

La buena relación con China, ¿ha influido de alguna forma en el conflicto tamil?

Durante mi gobierno, en absoluto. Compramos mucho armamento a China, como también a Pakistán y a Europa, y China nos daba facilidades financieras. Pero ahí se acababa todo porque teníamos unas relaciones muy bien definidas. Hay que saber controlar las injerencias externas y el gobierno actual no sé si sabe hacerlo o no.

Usted se ha alimentado de política desde que nació, ya que tanto su padre como su madre gobernaron el país. ¿Se llegó a imaginar jamás dedicándose a otra cosa?

Sí, ¡yo quería ser médico! Empecé estudios científicos, luego cambié para hacer Derecho y, cuando conseguí una beca para ir a Francia, algo muy difícil entonces, decidí estudiar ciencias políticas.

Así, el peso de la estirpe ganó.

Pero ha sido un gran placer.