Redacción
04/12/2009
En vísperas de la apertura de la Conferencia sobre el cambio climático de Copenhague, el gobierno indio ha fijado su objetivo de reducción de
emisiones de efecto invernadero para 2020, entre el 20 y el 25% por punto de PIB.
El gobierno indio ha anunciado una reducción voluntaria de sus emisiones de CO2 ante la Conferencia sobre el cambio climático que se celebrará entre el día 7 y el 18 de este mes en Copenhague.
India, como otros países emergentes, ha sido reticente a adquirir compromisos que puedan frenar su actual ritmo de crecimiento. Por ello, no acepta recortes absolutos y propone disminuir su intensidad energética, es decir sus emisiones por punto de PIB, entre un 20 y un 25% en relación a 2005.
Esta reducción se conseguiría introduciendo nuevas leyes que condujeran al país hacia una sociedad de bajo consumo energético. Entre estas medidas, se obligaría a mejorar la eficiencia de los motores de los vehículos, se legislaría para que los nuevos edificios fueran más eficientes y se introduciría tecnología en las centrales térmicas de carbón para reducir su impacto.
El ministro de Medio Ambiente, Jairam Ramesh, ha dejado claro ante el parlamento que estas medidas se introducen voluntariamente por el propio beneficio de India, dado que el país sufre las consecuencias del cambio climático, y no por ingerencias exteriores.
Además, ha añadido que no irán más allá y que no aceptarán ningún acuerdo internacional que les obligue a reducir las emisiones. En cambio, ha anunciado que Nueva Delhi se reserva el derecho de no cumplir fielmente con este objetivo si no recibe el apoyo financiero y tecnológico de Occidente y si los países ricos no se comprometen.
India, uno de los países con menor porcentaje de emisiones per cápita, redujo su intensidad energética un 17,5% entre 1990 y 2005, pero aun así sus emisiones totales siguen aumentando.