Redacción
28/01/2010
El reelegido presidente de Sri Lanka, Mahinda Rajapaksa, ha capitalizado en las urnas la victoria militar sobre los Tigres Tamiles y ha superado al candidato opositor, el general retirado Sarath Fonseka, por una amplia mayoría.
Los comicios presidenciales celebrados el pasado martes en Sri Lanka han dado al actual jefe de estado,
Mahinda Rajapaksa, el apoyo de la población con el 57,8% de los votos frente al 40,2% obtenido por su opositor Fonseka.
El general recién retirado Sarath Fonseka fue quien llevó a cabo la operación militar contra los Tigres Tamiles, bajo el mandato de Rajapaksa, y ambos candidatos habían basado su campaña en la capitalización del fin de veinticinco años de conflicto.
A la vez, ambos serían responsables de los crímenes de guerra cometidos en la fase final de la ofensiva, como la ejecución sumaria de los líderes tamiles, según las múltiples denuncias recibidas de grupos pro derechos humanos.
Finalizado el conflicto, el presidente Rajapaksa relegó a Fonseka por temor a un golpe de estado, lo que provocó las disputas personales que llevaron al militar a convertirse en candidato civil. Rajapaksa, que estaba completamente seguro de conseguir un gran apoyo popular tras el fin del conflicto, ha adelantado dos años las elecciones.
Pero los comicios no han llegado sin controversias. La misma tarde de las votaciones, el general Fonseka abandonó su sede electoral y se refugió en un hotel de Colombo tras conocer el rumor de que iba a ser asesinado. Durante el recuento, el ejército rodeó dicho hotel y desarmó a la guardia del candidato con el pretexto de evitar deserciones.
Posteriormente, Fonseka, desde paradero desconocido por motivos de seguridad, ha anunciado que piensa recurrir los resultados, aunque lo más probable es que se exilie a Estados Unidos. Varias voces han descrito la campaña electoral como muy desigual, con una clara preeminencia del presidente en funciones en los medios.
Además, los comicios han venido precedidos por varios episodios de violencia. Con todo, la participación ha llegado al 70% en el conjunto del país, aunque en las áreas con mayoría de población tamil apenas ha llegado al 20%.
Tras la victoria, Rajapaksa ha asegurado que centrará sus esfuerzos en mejorar la deteriorada situación económica de Sri Lanka. Pero deberá también prestar atención a la situación de la minoría tamil en la primera legislatura sin las interferencias de los Tigres.
Ahora deberá hacer frente a las peticiones de una mayor autonomía en estas regiones de minoría tamil y evitar que el descontento de la población genere nuevos grupos terroristas.