Redacción
12/04/2010
La Alianza Unida por la Libertad Popular, el partido del presidente de Sri Lanka, Mahinda Rajapaksa, ha vencido en los comicios legislativos del jueves pasado, pero a falta de finalizar el recuento de votos se habría quedado por debajo de los dos tercios de los escaños necesarios para reformar la constitución.
El presidente Mahinda Rajapaksa ha anunciado que, tras esta victoria, su partido trabajará para conseguir la
reconciliación y la reconstrucción de un país que estrena una nueva etapa de paz después de poner fin a dos décadas de guerra civil contra los Tigres Tamiles.
A falta de contabilizar dos distritos electores, el partido del presidente, la UPFA (siglas en inglés) ha conseguido 117 de los 180 escaños posibles. Sumando los resultados provisionales de los dos distritos pendientes, podría alcanzar 126 escaños. A estos se les deben añadir los escaños que se asignan a los partidos más votados a nivel nacional, que podrían ser 17.
Así, de confirmarse estos cálculos, la alianza del presidente podría alcanzar
143 escaños, siete menos de los necesarios para controlar los dos tercios del parlamento, que tiene un total de 225 miembros. Sería la primera vez desde que se instauró este sistema electoral en 1978 que un solo partido obtiene este alto número de escaños.
Con los votos escrutados hasta ahora, el principal partido de la oposición ha conseguido 47 escaños y el mayor partido tamil, la Alianza Nacional Tamil ha obtenido 12. La Alianza Democrática Nacional liderada por el general Fonseka, artífice de la victoria militar contra la guerrilla pero detenido desde la celebración de las presidenciales, se habría quedado con sólo 5 escaños.
Como este resultado no le proporciona suficientes apoyos para llevar a cabo los cambios anunciados en la constitución, la UPFA ha hecho un llamamiento a dejar de lado las diferencias partidistas y a que las diferentes fuerzas políticas se unan al gobierno con el objetivo de desarrollar el país.
Entre los cambios constitucionales que promueve la UPFA está eliminar el límite de dos mandatos en la presidencia, de forma que Rajapaksa podría optar de nuevo al cargo al finalizar la recién estrenada legislatura. También se crearía una segunda cámara que representara a las minorías, aunque no se concedería la petición tamil de crear un estado federal.
Observadores internacionales y asociaciones independientes de Sri Lanka han criticado que en estos comicios, los primeros legislativos tras el fin de la guerra civil, un considerable número de tamiles desplazados por la definitiva ofensiva militar no han podido votar.