Redacción
24/11/2010
Los hospitales de la capital, Phnom Penh, siguen
desbordados y cientos de personas siguen buscando a sus familiares. El gobierno ha decretado el jueves 25 de noviembre día de luto nacional.
El ejecutivo ha nombrado una comisión especial para i
nvestigar las causas que provocaron que el lunes 22 de noviembre, mientras se celebraba la fiesta del agua, centenares de jóvenes quedaran atrapados en el puente que une la pequeña isla de Koh Pich con la capital.
De momento se cree que se desató el pánico al detectarse un ligero balanceo en el puente que une la isla donde se celebraban conciertos con Phnom Penh. Las víctimas murieron aplastadas o ahogadas al tirarse al río. También se especula sobre la posibilidad de un cortocircuito. La acumulación de personas, unida a las altas temperaturas y la humedad pudieron provocar desmayos y acentuar el pánico.
El primer ministro, Hun Sen, ha expresado las condolencias del gobierno a los familiares y ha pedido perdón por los sucesos que ha calificado como los más graves que ha vivido el país desde el genocidio perpetrado por los jemeres rojos. También ha anunciado indemnizaciones para las familias de muertos y heridos.
La fiesta del agua celebra el final de la estación de las lluvias y es una de las principales fiestas del calendario camboyano. Durante tres días la población se congrega en las orillas del río Tonle Sap para rendir homenaje al agua. Se calcula que unos dos millones de personas habían acudido a la capital para participar en los actos que se habían programado como conciertos, fuegos artificiales, desfiles, etc.