Redacción
18/01/2011
China se está convirtiendo en el banquero de los países en desarrollo para asegurarse el acceso a los recursos naturales. Según un informe de
Financial Times, el gigante asiático ha otorgado más prestamos en los dos últimos años a economías en desarrollo que el Banco Mundial.
Dos entidades chinas, el China Development Bank y el China Export-Import Bank, han concedido préstamos por valor de 110.000 millones de dólares a países en desarrollo y empresas durante los ejercicios 2009 y 2010. Esta cifra supera a la financiación ofrecida por el Banco Mundial, que ha ascendido a 100.300 millones de dólares, entre mediados de 2008 y 2009, de hecho, un volumen récord para el organismo internacional, aprobado con el objetivo de contrarrestar los efectos de la crisis financiera.
Según el informe elaborado por Financial Times, la crisis financiera mundial ha dado la oportunidad a China de impulsar acuerdos de inversión para la extracción de materias primas que tanto necesita, como el petróleo o el carbón, y abrirse a nuevos mercados para reducir la dependencia de las exportaciones a Occidente.
Los bancos chinos han concedido créditos para financiar proyectos de extracción de petróleo en Venezuela, Rusia y Brasil. Se financian ferrocarriles en Argentina, infraestructuras en Ghana y producción eléctrica en la India.
Algunos de los préstamos, con apoyo directo del gobierno chino, se han concedido en mejores condiciones que las que ofrece el Banco Mundial. Pekín intenta utilizar su nuevo papel como actor preferente en la economía global para promocionar su moneda, el yuan o renminbi, e intentar elevar su uso en el extranjero.
El Banco Mundial valora al gobierno chino, antes uno de los beneficiarios de sus préstamos, como un importante colaborador.