Redacción
22/02/2011
Representantes del gobierno filipino y de los rebeldes comunistas han acordado una hoja de ruta para firmar un
acuerdo definitivo de paz en junio de 2012, dentro de 18 meses.
El anuncio se ha realizado en Oslo donde ambas partes se han reunido durante una semana bajo mediación noruega.
El Frente Democrático Nacional, presente en las negociaciones, es el brazo político del Nuevo Ejercito Popular Comunista, uno de los grupos insurgentes más antiguos de Filipinas, se creó en 1969. Está fuertemente arraigado en áreas rurales y pobres de Filipinas y se estima que cuenta con unos 5.000 guerrilleros.
Durante los últimos 42 años que dura el conflicto cerca de 40.000 personas han perdido la vida entre rebeldes, fuerzas de seguridad y civiles.
La hoja de ruta contempla que durante los próximos dieciocho meses se negociaran sobre posibles reformas en materia económica, social y política para llegar a un tratado definitivo en verano de 2012 que de por finalizadas las hostilidades.
De todas formas el jefe de la delegación del gobierno, Alex Padilla, ha advertido que el proceso no será fácil ya que ideológicamente las dos partes están muy alejadas.
Las negociaciones de Oslo son las primeras que se celebran desde 2004, cuando se interrumpieron las conversaciones. En aquella ocasión el principal escollo fue la petición de los rebeldes al gobierno de que los eliminara de la lista internacional de grupos terroristas.
Tanto el gobierno como los rebeldes se han acusado mutuamente y reiteradamente de romper los anteriores acuerdos de alto el fuego.
El esperanzador acuerdo es uno de los primeros triunfos del presidente Benigno Aquino III, elegido en mayo de 2010. El hijo de Cory Aquino y del asesinado líder opositor “Ninoy” Aquino se comprometió a reanudar las conversaciones con los grupos rebeldes para alcanzar acuerdos de paz, tras el fracaso de su antecesora, Gloria Macapagal Arroyo, que intentó una solución militar.