Redacción
30/03/2011
El agua del mar cercano a la central de Fukushima registra
niveles de yodo radiactivo 3.355 veces superiores al límite legal permitido. A pesar de ello, la empresa responsable de la central, Tepco, y la Agencia de Seguridad Nuclear japonesa aseguran que la contaminación no amenaza los ecosistemas de la zona ya que la radioactividad se diluye con las mareas.
Al igual que ha hecho con la contaminación del aire o de alimentos, Tepco sigue minimizando los riesgos que las fugas radiactivas representan para la salud o el medio ambiente.
Sin embargo, la pesca en la zona ya fue prohibida hace días por las autoridades para evitar la comercialización de pescado contaminado y el gobierno mantiene la orden de evacuación a 20 kilómetros de la central.
La alta concentración de yodo sugiere que el agua contaminada que inunda varias zonas de la central, como las piscinas de combustible o el núcleo de algún reactor, se está filtrando al Océano.
Se desconoce las causas de la filtración y se trabaja para evitarla. Restablecer la refrigeración de los reactores sigue siendo la prioridad, pero los niveles de radiación dificultan la tarea.
Tepco ha anunciado que al menos cuatro de los reactores han sufrido daños irreversibles y serán desmantelados. Se preguntará a la población residente si se mantiene en funcionamiento los reactores 5 y 6 que se pueden apagar de forma segura. Por su parte el gobierno ya había avanzado que Fukushima Daiichi tendrá que ser clausurada.
El presidente de Tepco, Masataka Shimizu, ha tenido que ser hospitalizado por problemas de hipertensión y su director general ha pedido
disculpas a la población por los problemas causados por la planta nuclear y también por la falta de suministro eléctrico tras el seísmo. Ha reconocido que todavía no han sido capaces de enfriar los reactores y estabilizar la central al mismo tiempo que ha asegurado que la empresa está preparada para compensar conforme a la ley a los afectados.
Las acciones de la compañía han caído casi un 75% desde el terremoto y se especula sobre la necesidad de que el gobierno intervenga y se haga cargo del control de la empresa.
Varios expertos en desmantelamiento de centrales nucleares de la empresa francesa Areva llegan hoy a Japón para colaborar en la lucha para contener la radiación y estabilizar la situación de la central. Mañana se espera que el presidente Sarkozy llegue en visita oficial a Tokyo
Estados Unidos también ha ofrecido su colaboración para intentar superar la crisis y ha enviado robots que detectan radiación.