Camboya abre juicio contra 4 líderes del Jemer Rojo acusados de crímenes contra la humanidad

Redacción 27/06/2011 Un tribunal, respaldado por Naciones Unidas, ha iniciado el juicio contra cuatro ex dirigentes del Jemer Rojo acusados de genocidio y crímenes contra la humanidad. Se calcula que el movimiento del Jemer Rojo, dirigido por Pol Pot y que gobernó Camboya entre 1975 y 1979, provocó la muerte de cerca de dos millones de personas, la cuarta parte de la población del país.

Los cuatro acusados, todos destacados miembros del gobierno de Pol Pot, son su número dos Nuon Chea, Khieu Samphan, Jefe de Estado, Ieng Sary, ministro de Exteriores, y su esposa y ministra de Asuntos Sociales, Ieng Thirith.

Todos ellos, de edad avanzada, se enfrentan a penas que van de los cinco años de prisión a cadena perpetua por la acusación de genocidio, crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad, tortura, asesinato y persecución.

Dos de los acusados han denunciado a través de sus abogados que el juicio es “incorrecto e “injusto”. La defensa de Ieng Sary ha alegado que no se le puede volver a juzgar por unos hechos que ya fueron juzgados y amnistiados. Mientras que los abogados del ideólogo y número dos del régimen, Nuon Chea, aseguran que el gobierno camboyano ha obstruido la investigación y que ésta es injusta.

Este es el segundo juicio que celebra el tribunal especial, compuesto por jueces camboyanos y representantes internacionales, creado hace cinco años por Naciones Unidas para juzgar los crímenes contra la humanidad cometidos durante el gobierno de Pol Pot.

Hasta ahora sólo se ha juzgado a Kaing Guek Eav, conocido como Duch, responsable del principal centro de torturas y condenado por ello a 35 años de prisión. La condena fue posteriormente rebajada a 19 años al considerar el tribunal que ya había cumplido parte de la pena.

Tras la caída del régimen de los Jemeres Rojos sus miembros se refugiaron en la selva y no han sido especialmente perseguidos hasta la última década. En los noventa algún dirigente fue juzgado, pero posteriormente fue amnistiado. De hecho su máximo responsable, Pol Pot, murió en libertad en el norte del país en 1998.

Pol Pot instauró el régimen de la Kampuchea libre, una república maoísta de ideología extrema que quería reeducar a la población y crear una nueva sociedad agraria y comunitaria donde el campesino era el paradigma del hombre nuevo.

Decretó el año cero de una nueva era. Abolió el dinero, estableció un régimen policial y persiguió cualquier signo calificado de burgués que incluía desde leer libros a llevar gafas. Vació las ciudades y envió a la población al campo para ser reeducada. El hambre, las enfermedades, los trabajos forzosos y las torturas acabaron en cuatro años con prácticamente una cuarta parte de la población de Camboya.