“Grandes pechos amplias caderas”: la historia china del siglo XX en femenino

Eva Queralt 18/09/2008 Gracias a la editorial Kailas empiezan a llegar las primeras traducciones al español del escritor chino Mo Yan (1955) -con la excepción de la novela que inspiró la famosa película Sorgo Rojo de Zhang Yimou, publicada anteriormente-. Mo Yan es uno de los autores asiáticos contemporáneos más reconocidos internacionalmente y uno de los nombres que más suenan como candidato al Nobel de Literatura.

Tras el sugerente título de “Grandes pechos amplias caderas”, Mo Yan rinde un homenaje al universo femenino, muy presente en toda su obra. El escritor chino elogia la fuerza y la tenacidad de las mujeres chinas ante la adversidad, una lucha que transmite a lo largo de las páginas, no como una reivindicación feminista, sino como el reflejo de la realidad que él mismo ha vivido en su entorno personal.

La historia de la protagonista, Shangguan Lu, nos llega de la voz en primera persona de su único hijo varón, el mimado Jintong, que vive obsesionado con los senos femeninos y que vive de la lactancia hasta la adolescencia.

Shangguan Lu es toda una madre coraje al estilo chino. Casada con un herrero totalmente dominado por su madre y estéril, consigue evitar el desprestigio que supone en la sociedad rural china no tener ningún hijo varón y da a luz a ocho niñas hasta que nace el esperado hijo.

La humilde protagonista, que nace bajo una China feudal donde las niñas todavía crecen con los pies vendados, sobrevive a los múltiples cambios que agitan a este gran país durante el s. XX. Shangguan Lu, y luego especialmente sus hijas, viven bien de cerca la evolución del país y todos sus acontecimientos, desde la Rebelión de los Bóxer de 1900, el fin del Imperio con la caída de la dinastía Qing, la invasión de Japón y la Guerra Civil hasta la llegada del Comunismo, Mao y de la Revolución Cultural.

Mo Yan considera que en China, tanto en el siglo XX como actualmente, los niños están a menudo mimados y “no resisten ante las dificultades”, mientras que “la mujer es como la naturaleza, aguanta las calamidades pero a la vez sigue ofreciendo amor y protección”. Esta visión es la que refleja en sus personajes, con las diferencias de carácter entre las hijas de Shangguan y el único hijo.

La población rural vive con especial dureza las guerras y los cambios políticos, de forma que la pobreza acumulada provoca no pocas situaciones extremas que Mo Yan describe con todo detalle, en un crudo realismo que para el autor es una simple recreación de la realidad.

Para él, que haya más escenas crudas, violentas, sexualmente explícitas es la simple descripción de la sociedad china, sobre todo en el campo de hace algunas décadas, donde se sitúan las obras.

Sin embargo, el autor sabe alternar estas escenas duras con otras llenas de ternura y lirismo, con buenas dosis de realismo mágico y un gran sentido del humor.