Redacción
15/10/2010
Bajo el escrutinio internacional provocado por la resaca de la concesión del Nobel de la Paz al disidente chino Liu Xiaobo, se abre el plenario anual del Comité Central del Partido Comunista chino que hasta el lunes 18 tiene como
objetivo definir y aprobar el nuevo plan quinquenal para desarrollar el futuro económico del país.
Aseguran que la justicia social y la lucha para reducir las desigualdades son las prioridades de la administración china y las anteponen a alcanzar una gran tasa de crecimiento.
Los líderes chinos son conscientes que las diferencias entre ricos y pobres o entre el gran desarrollo de las zonas costeras y el interior son los principales problemas y fuentes de tensiones sociales que pueden conducir a la desestabilización.
A pesar que la agenda está dominada por las medidas económicas, los analistas creen que en el debate también se abordará la necesidad de
posibles reformas políticas.
De hecho el primer ministro Wen Jiabao, en declaraciones a la prensa internacional en los últimos meses, ha advertido que sin una futura apertura política se corre el riesgo de perder el avance conseguido en tres décadas de reformas económicas.
La concesión del Nobel de la Paz al disidente chino ha aumentado la presión desde Occidente sobre el régimen chino para que inicie un proceso de democratización.
También se ha conocido estos días el documento firmado por 23 ex altos cargos del partido reclamando el fin de la censura y del control de la información.
La 5ª Sesión Plenaria del 17º Comité Central del Partido Comunista de China, que se celebra del 15 al 18 de octubre en Pekín, debe aprobar el 12º plan quinquenal de desarrollo de la nación para el periodo 2011-2015.