2010, nuevo récord de muertes de civiles en Afganistán

Redacción 09/03/2011 Un informe de Naciones Unidas pone de manifiesto que, por segundo año consecutivo, el número de muertos civiles en Afganistán ha aumentado de forma alarmante. Según este informe, el número de víctimas civiles del conflicto habría superado las 2.700, es decir, un 15% más que en 2009, año en que el cambio de estrategia ya provocó un incremento del 14%.

De estas víctimas, el último informe anual “Protección de la población civil en el conflicto armado” estima que el 75% fueron provocadas por los talibanes y el conjunto de la insurgencia.

Las fuerzas gubernamentales y de la OTAN reconocen su responsabilidad en el 16% de las muertes de civiles, lo que supone un descenso del 26% en relación al 2009. Además, se habrían reducido a la mitad las muertes provocadas por ataques aéreos.

Sin embargo, las víctimas causadas por la OTAN tienen un gran impacto en la sociedad y se pueden convertir en un “enorme problema” para la imagen de las fuerzas internacionales ante la opinión pública afgana, según el propio presidente Hamid Karzai.

Los sectores más débiles de la sociedad afgana son los que más sufren el aumento de la violencia. Así, durante el 2010 han perdido la vida un 6% más de mujeres y un 21% de niños. Además, la intensidad del conflicto ha provocado un retroceso en su acceso a servicios públicos.

Pero lo que más caracteriza este trágico 2010 es el aumento de los secuestros y de los asesinatos de objetivos seleccionados. Los secuestros han aumentado un 83% y los asesinatos un 105%, con especial impacto entre trabajadores del gobierno o personas simplemente contrarias a la insurgencia.

Este tipo de asesinatos selectivos tienen un gran impacto social, porque difunden el mensaje de que cualquier muestra de apoyo al gobierno o a las fuerzas internacionales puede acarrear graves consecuencias. La propagación de esta idea es un gran triunfo para la insurgencia, ya que dificulta enormemente la mejora de la gobernabilidad del país.

Los datos del informe de UNAMA no reflejan una imagen uniforme del país, ya que el 41% de todos estos casos se han dado en sólo dos provincias, Helmand y Kandahar, las zonas del sur donde los enfrentamientos son más duros y donde las fuerzas internacionales han aumentado en mayor grado sus operaciones contrainsurgencia.

Pero además, los asesinatos selectivos y las ejecuciones en Helmand se han disparado durante el 2010 en un 588%, y en Kandahar, un 248%.

Más allá de las muertes, el recrudecimiento del conflicto ha provocado otras graves consecuencias para la población civil, como por ejemplo que más de 100.000 personas se hayan visto obligadas a desplazarse de sus hogares.

Sin embargo, el secretario de Defensa norteamericano Robert Gates reiteraba esta semana que el ejército de Estados Unidos está preparado para iniciar su retirada de Afganistán el próximo mes de julio.

También el general David Petraeus, el responsable de las tropas norteamericanas en el país, ha avanzado en una entrevista algunos de los argumentos que expondrá ante el Congreso de Estados Unidos en una comparecencia la semana próxima.

Para Petraeus, se están produciendo avances militares significativos, no sólo en las provincias del Sur del país, sino también en los alrededores de Kabul, y en el Norte y Este del país. Según Petraeus, los talibanes no habían sufrido en ningún momento del conflicto tanta presión como en los últimos 8 o 10 meses, cuando gracias al incremento de tropas las operaciones internacionales se han intensificado.