Redacción
10/03/2011
Un crecimiento casi testimonial de las exportaciones ha dejado la balanza comercial china en negativo este mes de febrero.
Pekín ha anunciado un déficit comercial de 7.300 millones de dólares debido a un incremento de tan sólo el 2,4% de las ventas al exterior en relación a febrero de 2010.
Asimismo, las importaciones han crecido un 19,4%, muy lejos de las previsiones de los analistas, que las situaban en el 33%.
Este déficit comercial es el más abultado en años y los expertos los atribuyen al parón económico que suponen las fiestas del Año Nuevo Lunar.
Con motivo de la principal festividad del calendario chino, las factorías de la “fábrica global” cierran las puertas una semana entera, lo que condiciona muy claramente las cifras. En enero China había registrado un superávit de 6.450 millones de dólares.
Precisamente por la particularidad del mes de febrero, los analistas consideran que no se pueden extraer grandes conclusiones de este déficit y prevén para los próximos meses una vuelta rápida al superávit, la condición habitual de una economía volcada en la exportación.
Incluso demasiado volcada en el sector exterior, opina el propio gobierno, que se propone incentivar el consumo interno para estar menos a merced de los vaivenes de la demanda internacional.
Pekín impulsará, como afirman sus dirigentes estos días ante el plenario anual del Parlamento, una economía más equilibrada entre el sector exportador y el mercado interior.