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Miércoles, 24 de abril de 2024
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III Simposio Electrónico Internacional sobre Política China
Del 1 al 21 de Marzo de 2013
Simposio 2013 imagen Politica China Observatorio de la Política China 28/02/2014

DEBATE III SESIÓN:
RELACIONES EXTERIORES Y SEGURIDAD Y DEFENSA - Preguntas y respuestas
                                             


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PREGUNTA Y COMENTARIO DE RAFAEL SANG PARA ANGEL RODRIGUEZ SOLER
Lo felicito por su ponencia, por su originalidad al escoger un tema tan importante y semi cubierto para muchos, y por sus conclusiones. Ahora procedo con las preguntas. ¿No cree usted que la organización OCS es una brillante y casi única oportunidad para consolidar, agrandar solidificar la unidad en Asia Central y todas las regiones circundantes, con China, Rusia , Kazajstán, e Irán a la cabeza, más los “ del grupo Shanghái?

¿No cree usted que uno de principios y objetivos de la OCS es la no intervención de un país en otro, y menos si es de otro continente como Estados Unidos, quien militarmente, como lo ha venido haciendo en otros países durante más de 50 años, y que la OCS persigue el diálogo y la no violencia, el no uso de las armas para resolver los conflictos, no cree que es hora oportuno para ellos expulsar a Estados Unidos como “observador” en el grupo y pedir que se salgan de Afganistán y se salga del mar cercano a Irán a quien le tienen casi un bloqueo naval con sus tristemente célebres flotas marítimas militares del “policía del mundo”?

¿No cree usted que China, como la nación más poderosa de la región, como la segunda potencia económica del mundo, como el país que lucha por la paz, por la NO INTERVENCION DE UN PAIS EN OTRO, el país que busca la armonía en todos, China como ejemplo a seguir, aunque sea parcialmente, en toda Asia, de realizar un papel más agresivo y consolidar su influencia en casi toda Asia vía movimientos como este de la OCS y otros más?

¿No cree usted que esta una oportunidad de oro para sellar la unión de China y Rusia, con los demás países, y poner en su puesto a los Estados Unidos y cortar de raíz esas malsanas aspiraciones contra esos dos grandes países en el Asia y hacer desaparecer de la cercanía de Irán una nación independiente?

Por último, ¿no cree usted que, usando las mismas herramientas, métodos, estrategias y otras mañas de Estados Unidos, China podría ocupar su verdadero espacio en Asia, utilizando su poder económico para ayudar, cooperar y ganarse todos esos países para formar un bloque monolítico contra la OTAN, LA ALIANZA DEL ATLANTICO y todas esas organizaciones fabricadas por EEUU para seguir siendo, -ya se le está haciendo tarde- el Imperialismo yanqui de añales, incluyendo a los países que están indecisos y poco decididos como Uzbekistán, Irak y otros?

RESPUESTA DE OSCAR VILLAR A RAFAEL SANG

Aunque sus interrogantes van dirigidas a mi pupilo, el M. Sc. Angel Rodríguez Soler, quien no ha podido contestar y participar en el evento porque está atendiendo unos problemas personales que se le presentaron de improviso, y por lo cual pido disculpas en su nombre, sin embargo, me gustaría hacer algunos comentarios en torno a sus preguntas y si Angel llega pues le contestará in extenso.

Voy a referirme, fundamentalmente a lo relacionado con Asia Central, un territorio bastante poco conocido y desvirtuado por la academia y la publicística en virtud de otros intereses.

Asia Central es igualmente de importante para China como para Rusia, aunque para cada cual a su manera y allí se están produciendo dinámicas interesantes y la región está sometida a influencias muy importantes.

Asia Central está integrada por Kazajstán; Kirguistán; Tayikistán y Uzbekistán, que son miembros plenos de la OCS desde su fundación en 2001. Igualmente forma parte de la región Turkmenistán, que sin ser miembro, es invitado permanente a los trabajos de la OCS. Limítrofes con China son Kazajstán; Kirguistán y Tayikistán, los dos primeros colindan con la región uigur de Xinjiang y el tercero con la zona del Pamir. Es decir que estamos en presencia de una vecindad con los territorios más complicados para Beijing.
Igualmente, por esta vecindad y otros nexos antiquísimos, las relaciones entre los pueblos que las habitan ha sido siempre tremendamente estrecha y hay presencia de unos y otros en ambos lados de las líneas fronterizas, este es un hecho que no se puede soslayar, de ahí que la relación civilizada y civilizante es condición sine qua non para el progreso y la estabilidad regional.

Esta estabilidad, que no era sólida como resultado del derrumbe soviético y el boom neoliberal en la región, se agravó considerablemente con la incursión de Estados Unidos no solo en Afganistán. El Pentágono abrió bases militares en Kirguistán (Manas), en Uzbekistán (Karshi-Janabad y Terméz, en esta última junto a Alemania) y en Tayikistán (Dushanbe) amen de contar con otras facilidades para sus efectivos. Paralelo a esto, durante la década de los años 90 la USAID hizo de las suyas en la región en materia de injerencia y desestabilización, todo lo cual presupuso el agravamiento de todos los males heredados de estos fenómenos.

El surgimiento de la OCS significó, de cierta manera, la posibilidad de revertir esa situación y reencauzar los modelos de desarrollo. Tome en cuenta que ninguno de los países resultantes del derrumbe soviético en la región habían existido antes como tal, Kazajstán; Kirguistán; Tayikistán; Turkmenistán y Uzbekistán fueron creados con la Constitución soviética de 1936 y dentro de la URSS gozaron de muy poco significado en las RR.II del multinacional Estado, se trata además, de países que no tienen salida al mar y en el caso uzbeko, todos los países con los que limita tampoco la tienen.
La participación de todos ellos en la OCS ha significado, por tanto, una vía expedita y beneficiosa para encauzar la solución de sus problemas, en esa organización Estados Unidos no participa ni en calidad de observador, lo son Afganistán, India, Irán, Mongolia y Pakistán solamente, asociados para el diálogo están Belarús, Sri Lanka y Turquía, junto a Rusia, China y los centroasiáticos.

Es cierto que la OCS tiene como norma, y lo ha venido cumpliendo, no inmiscuirse en los asuntos internos de nadie, creo que es una fortaleza de este mecanismo, por tanto, considero desafortunado que alguno de ellos, en este caso usted menciona a China, asuma las prácticas que han llevado a Washington a no poder contar hoy ni con su aliado histórico en la región, Pakistán. Las políticas imperialistas cada vez son más rechazadas en el mundo, por la arrogancia y la prepotencia de quienes las practican, vea usted el comportamiento de Washington en cualquier escenario y ese no puede ser el camino para superar la situación actual.

Soy del criterio que haber pretendido emular con Estados Unidos y a la manera en muchas cosas de los Estados Unidos, fue una de las cosas que condujo a la URSS al desprestigio en que se vio sumida en los finales de su existencia y es lo que ha afianzado el desprestigio de Washington en estos momentos, por lo que ese es un mal camino, hay que edificar otra forma de relacionarse en la arena internacional mediante lo que llamo una política de prestigio, que no es otra cosa que edificar una política solidaria en vez de una depredadora, por ahí anda la cosa.
Creo, empero, que China podría ser y debería ser, más activa en la región, intensificando su colaboración con aquellos países donde la penetración de Washington es más activa y por tanto, perniciosa para sus intereses, en eso podría apoyarse en su buena relación con Rusia. En ese caso yo orientaría esfuerzos a profundizar los lazos con Japón y la República de Corea, por ejemplo y con Uzbekistán en el espacio postsoviético, pero reitero, con una política distinta, respetuosa, incluyente y en absoluto egoísta, en fin, contraria a la de Washington.

De todas maneras, de esto podríamos estar intercambiando de manera interminable, el tema es apasionante y lo amerita, en mi tesis de Doctorado lo abordé bastante, conozco la región porque en los años 80 estudié allí, así que quedo a su disposición.

COMENTARIO Y PREGUNTA DE JOSÉ MANUEL NUÑO LAGE A PONENCIA DE ANGEL RODRIGUEZ SOLER
Muy interesante y, para mí, revelador el contenido de la ponencia del profesor Ángel Rodríguez Soler, apuntando la colusión de conflictos que se producen en Asia, (organizaciones internacionales, como la OCS, vbg., en liza, y el terrorismo internacional como espinoso asunto de relaciones internacionales), en interconexión con intereses de EE UU, Europa, etc. En China, con Xinjiang como zona “caliente” de innegable cuestionamiento regional, identitario, etc. para el Gobierno chino y Asia central por una construcción neo-regional innovadora, que aproveche los inmensos recursos del área. Mi pregunta: a tenor de una factible recomposición del mapa geopolítico en la zona, gracias a cuya articulación se sorteasen tanto terrorismo internacional, contenciosos, también internacionales, sobre los recursos, etc.... ¿podría darse, finalmente, un prolongado período de paz mundial? ¿podría, tanto la zona centroasiática como Eurasia, entrar en un proceso de recuperación y crecimiento y el continente latinoamericano aprovecharse, con plenitud, de relaciones internacionales auténticamente generadoras de riqueza e intercambios fructíferos entre aquel y el bloque asiático?.

RESPUESTA DE ANGEL RODRIGUEZ SOLER A COMENTARIOS Y/O PREGUNTAS DE JESÚS GARCÍA DE VIEDMA, RAFAEL SANG Y JOSÉ MANUEL NUÑO LAGE

Muchas gracias por las felicitación del trabajo a Jesús García de Viedama, Rafael Sang y por José Manuel Nuño Lage les pido disculpas por haberme apartado un poco del evento pero es que tuve problemas familiares en estos días, muy interesantes las preguntas de ustedes han hecho, además contribuyen a seguir profundizando en el tema en cuestión, voy a tratar de dar una valoración general a todos las preguntas que me han realizado y espero más sugerencia de ustedes.

Durante el período 2005-2009, la OCS se caracterizó por su madurez en el trazado de políticas de seguridad regional y cooperación económica. Las primeras se implementaron con un enfoque integral que incluyó el enfrentamiento más organizado y efectivo a las causas de la inseguridad regional. Igualmente los países miembros continuaron realizando ejercicios militares conjuntos para disuadir la actuación de los grupos irregulares existentes en sus países. En tanto, las políticas de cooperación económica estuvieron encaminadas a fortalecer las instituciones correspondientes de la
organización e incrementar las inversiones en los sectores del petróleo y del gas natural.

En sentido general, a partir del breve acercamiento a la evolución de la OCS, es evidente el crecimiento progresivo de esta entidad en cuanto a su concreción y sobre todo su posicionamiento y protagonismo regional en la medida precisamente en que se convierte en un importante referente y contrapeso frente los intereses e influencia de las potencias occidentales encabezadas por Estados Unidos en Asia Central.

Cabría preguntarse entonces ¿hacia dónde va la OCS hoy? Sin duda alguna tras un largo camino de aciertos y desaciertos, la búsqueda de la identidad ha sido una constante en la historia de esta organización. Ser juez y parte ha constituido uno de los retos y oportunidades a la vez que le ha permitido a la OCS intervenir, encausar y hasta mover la empantanada dinámica centroasiática.

A pesar de los avatares históricos y salvando la distancia temporal y obviamente las experiencias civilizatorias que quedaron subsumidas en el pasado, la OCS ha constituido una oportunidad regional, autóctona que intenta desde adentro superar los problemas más acuciantes que enfrentan hoy estas sociedades post soviéticas tantas veces ya desintegradas y reintegradas arbitrariamente.

Por una parte, una herramienta muy importante en ese sentido han sido los vasos comunicantes a nivel cultural, específicamente lo que está relacionado con el respeto y rescate de la tradición en cuanto a cultura política, el regreso a los orígenes. El insertar esto elementos en la nueva dimensión geopolítica que ha cobrado la región, la emergencia de las economías rusa, india y china así como el papel protagónico de Beijing entre otros factores que se están desarrollando en el contexto de las relaciones internacionales en el mundo actual, ha permitido apartar la mirada de occidente en la
medida que esto ha sido posible y volverse en una especie de regreso por la Ruta de la Seda.

Por otro lado, este no es solo un regreso cultural. La antigua ruta que otrora guiaba el camino de valiosas mercancías, entre otros misterios, que se desconocían y cautivaban en occidente, hoy traza sus caminos, de vuelta al Mar Amarillo con rutas de tránsito de suministro energético.

Sin dudas, Asia Central o “el corazón de la Tierra”, ha estado marcando la historia y condicionando el desarrollo civilizatorio de la humanidad a través de los tiempos. Desde la antigua Ruta de la Seda hasta el tablero centroasiático en el que tiene lugar hoy un gran juego geopolítico de poderes, la región por su propia naturaleza se ha visto condicionada por influencias extrañas y ajenas; sin embargo, a la vez, ha estado condicionándolas.

La OCS nacida desde y para el gran juego pretende, justamente, aprovechar y avanzar en este particular a favor de la estabilidad y el desarrollo regional. No obstante, sus principales promotores, Rusia y China, tienen ante sí una gama nada desdeñable de retos que pudieran atentar contra la propia estabilidad regional por la que tanto abogan. Los puntos de fricción que comparten y su condición de vecindad así como los intereses particulares que tiene en la región centroasiática son elementos que difícilmente escapan a lo interno de la OCS y por ende pudieran reproducir peligrosamente una nueva fase de los tradicionales mecanismos de dominación que ha sufrido la región.

La OCS trata de ampliar su protagonismo y sobre todo controlar el posible desborde del problema afgano en los territorios fronterizos, ya de por sí afectados, no sólo por las acciones de inestabilidad, sino también por el tráfico de drogas, armas, entre otros, además "presionar” a EEUU y la OTAN. Sin embargo, aún EEUU y la OTAN siguen teniendo un papel preponderante en ese país. Hay que seguir los pasos y conversaciones entre EEUU y la OTAN y los miembros de la OCS. No creo que a la larga, EEUU se "conforme" con perder una plaza en Asia, por demás prioritaria en la política de seguridad de Washington, podría llegarse a un arreglo beneficioso para ambas parte en todo caso.

En cuanto a la integración regional, en Asia Central se funden y confunden al menos cinco mecanismos de integración, la Organización de Cooperación de Shanghái es solo uno de ellos, trasciende con creces el escenario postsoviético y ha funcionado muy bien, precisamente porque se ha trazado tareas concretas y ha desechado prácticas nocivas como la injerencia en los asuntos internos de los países, la asociación subordinada, la discriminación y la violencia para la solución de los conflictos, que en todo este escenario no son pocos ni sencillos.

Eso es un éxito rotundo y explica porque la OCSh es tan diferente de la OTAN. En la alianza atlántica prevalecen de manera absoluta los intereses de Washington, lo que impone a todos mediante el chantaje, los cuestionamientos y el uso de la fuerza sin límites ni medidas, con lo que la OTAN se ha convertido en un mecanismo que desata guerras genocidas cuando el Pentágono lo decide y a las que arrastra consigo a los países aliados a los cuales no deja mucha más alternativa que aceptarlo todo con un “Yes Sir” pues se trata de una asociación subordinada.

En Asia Central funcionan también la Comunidad de Estados Independientes (CEI) y la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC), dos mecanismos herederos de la integración soviética que han funcionado con alguna coherencia en estos casi veinte años posteriores al derrumbe y garantizado, de cierta manera, la transición desde el centralismo absoluto en época de la URSS hasta la posibilidad de funcionar como estados independientes.

Considero empero, que para los países de la región conseguir la conformación de dicho mecanismo sería todo un éxito que les permitiría reconectar sus economías y de conjunto gestionar su desarrollo, se trata de pueblos que tienen mucho en común y que la apoteosis neoliberal alejó bastante a cada uno de los otros.

Los cinco proyectos, muy bien descrito en la tesis doctoral de Oscar Julián Villar Barroso, desde su punto de vistas son legítimos, se trata de esfuerzos por superar problemas comunes. En todos los casos, y aunque no lo proclamen, son proyectos contrarios al “segmento regional” del proyecto estadounidense de conformar un “Nuevo Orden Mundial” de orientación unipolar que se puso en marcha allí durante la década de los años 90 y tienen en común, en cada caso, que se proponen ser provechosos para todos los países implicados y no solo para los más fuertes.

PREGUNTA DE CHIHON LEY PARA BENJAMIN CREUTZFELDT

Muchas gracias por su interesante ponencia y el énfasis en los aspectos comparativos. Mi comentario y pregunta apunta al hecho de que el enfoque pragmático de la política exterior de China hacia América Latina y las subsecuentes inversiones chinas, muchas de ellas provenientes de empresas estatales, unido al fuerte incremento del comercio bilateral han generado en este continente el efecto político de permitir el progreso y desarrollo de regímenes políticos de muy distinto signo, algunos de ellos francos oponentes a los EE.UU., país que a su vez ha visto en alguna medida mermada su influencia en el continente. La creación y desarrollo de foros multilaterales que explícitamente dejan fuera a los países del norte angloparlante reafirman este aserto.

Pregunta: ¿Ve Ud. en el futuro la posibilidad de que EE.UU. desarrolle en Latinoamérica un esquema de contención similar al “pivote asiático”, y con ello se aleje aún más la posibilidad de generar una estrategia común de acercamiento hacia China?

RESPUESTA DE BENJAMIN CREUTZFELDT A CHIHON LEY

Muchas gracias por su comentario y la pregunta. No me atrevo a predecir el futuro, pero reconozco que existen preocupaciones en algunos círculos en Estados Unidos por los lazos chinos en países en América Latina, y la posibilidad de que estos círculos hagan recomendaciones o incluso presión para retomar su antiguo protagonismo en la región.
El problema, a mi modo de ver, es que es mínima la posibilidad de que los países de América Latina generen una estrategia común. En hace unos tres años escuché declaraciones de políticos y expertos en Chile sobre la necesidad de hacer frente común a China, agregando que “Chile es la puerta de entrada a América Latina.” Hace poco entrevistaron al canciller peruano, diciendo exactamente lo mismo, y los colombianos también se ven en esta posición estratégica. Esto son tres ejemplos que ponen en evidencia que la esperanza individual de cada uno de estos (y otros) países es contraria a la realización de tal coherencia regional.

En otras palabras, sí es posible un aumento de enfoque por EEUU hacia su tradicional “patio trasero”, pero si no se da en el corto o mediano plazo una estrategia común en América Latina, no será debido a intereses estadounidenses ni por falta de interés por parte de los chinos.

PREGUNTA DE ALVARO RODRIGUEZ MESA A EDUARDO LEGUIZAMÓN
Se ha especulado mucho en los últimos tiempos a propósito de un mayor entendimiento China-India lo que ha derivado en la formulación de una Chindia que bajo el paraguas del BRICS dispondría de capacidad suficiente para establecer un marco de seguridad estable en la región, blindándola frente al intervencionismo, por ejemplo, de EEUU. ¿Qué futuro le ve a esta propuesta? Hoy parece lejana, pero ¿podríamos llegar a hablar de un Chipón? Sin entendimiento entre China y Japón, Asia no podrá transformar su peso económico en proyección estratégica global. ¿Es posible e incluso deseable esa asiatización como ocurrió con la europeización de Francia y Alemania en Europa?

RESPUESTA DE EDUARDO LEGUIZAMON A ÁLVARO RODRIGUEZ MESA
Agradezco la pregunta de Álvaro Rodríguez Mesa sobre Chindia, ya que es una muy buena pregunta. Respecto a Chindia y su viabilidad en el presente y en un futuro, mi opinión es lo siguiente.

Entendiendo el término Chindia, como la complementariedad de las economías de la República Popular China y de la India, mi opinión es la siguiente:

- En el presente, se podría hablar de una naciente Chindia en términos generales entre ambas economías, aunque el término no se lo puede aplicar a la totalidad de ninguna de las dos economías. Ambos Estados han dado un muy buen ejemplo, al colaborar y trabajar en conjunto en el marco de los BRICS, dejando de lado sus diferencias, pero sin olvidarlas.

- Veo grandes posibilidades que la Chindia del presente se vaya extendiendo y profundizando, para así consolidarse y abarcar más sectores de ambas economías, en un futuro inmediato.

- En un futuro próximo, dicha Chindia puede mantenerse y aún incrementarse aún más, sin embargo la competencia también habrá crecido para entonces entre ambas economías.

- China continental y la India, no sólo compiten en términos económicos, sino que también lo hace en términos de geopolítica regional y global. Hay que recordar, que además de los diferendos limítrofes entre ambos Estados, también hay diferencias en sus respectivas políticas exteriores. Mientras la República Popular es miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, junto con la Federación Rusa (en el marco de los BRICS), India no lo es, pero sí pretende serlo en cuanto se reforme la Carta de la ONU. La República Popular China, se opone a que India ingrese al Consejo de Seguridad como miembro permanente, sin embargo. Este hecho, hace que China continental trate de igual a igual con Rusia, mientras que a la India, aún la mira con cierta arrogancia, se puede decir.

- Ambos Estados se encuentran embarcados en unos amplios proyectos nacionales, como son la ampliación y equipamiento de sendas fuerzas navales, un programa espacial ambicioso, y un presupuesto militar que viene incrementándose en los últimos tiempos.

- La colaboración, complementariedad, y cooperación entre Rusia, China y la India, en el marco de los BRICS, prosperará, siempre que los tres Estados tengan a un mismo rival, que son los EE.UU. Pero una vez, superado el obstáculo que representa EE.UU. para sus ambiciones, dicha cooperación en el marco de los BRICS, podría entrar en una serie crisis, ya que es entonces cuando los intereses nacionales de cada uno se harán cada vez más visibles.

En conclusión, personalmente creo que una Chindia aún se encuentra en una etapa de gestación, y que crecerá y se incrementará con el tiempo. Hay que tener en cuenta algunas diferencias entre China continental y la India, a nivel económico, de donde se deriva la complementariedad entre ambos:

- Se considera que la economía china es fuerte en el sector manufacturero y de infraestructura, mientras que la economía india lo es en el sector de servicios y en tecnología de la información.

- La inversión directa a India tiene tanto un origen como un destino distinto al de la inversión directa en China continental. Mientras que la inversión directa dirigida a India tiene un origen norteamericano o europeo, fundamentalmente y se dirige al sector de servicios, la inversión destinada a China se origina generalmente dentro de Asia, y está destinada principalmente al sector manufacturero.

- En lo referente a los servicios relacionados con la tecnología de la información, generalizando, se puede decir que mientas China se dedica más al hardware, India lo hace con el software. Esta situación puede cambiar en un futuro.

- Hay una cierta competencia entre ambas economías en la búsqueda de recursos naturales. Por ejemplo, China por el momento, aventaja fuertemente a India en sus inversiones en África, pero eso también puede cambiar en un futuro.

- También la demografía puede influir. Hoy China mantiene una tasa de natalidad muy por debajo del índice de reemplazo generacional, lo que ya le produjo la primera gran reducción de su sector activo de la población durante el año 2012. Si esta tendencia continúa, se estima que la población total de China podría comenzar a reducirse a partir del año 2030 aproximadamente. Por el contario, India mantiene una tasa natal un poco elevada en comparación, con una fertilidad de aproximadamente 3.2 por mujer. Si esta tendencia se mantiene o se reduce, pero siempre por encima de la tasa de reemplazo generacional, la economía de India no tendría problemas para continuar creciendo.

Sin embargo, dicha complementariedad se irá reduciendo, a medida que cada una de las economías en cuestión se vaya desarrollando. Por ello, es que a largo plazo, veo difícil que una Chindia pueda mantenerse, pues los intereses nacionales de cada una de las partes serán más importantes que la colaboración entre ellas. Cuando hablo de intereses nacionales, hago referencia tanto a intereses de índole económico, como los intereses geopolíticos.

Sobre una Chipón, bueno, opino que sería muy conveniente y hasta deseable. El obstáculo que ha existido hasta ahora para una Chipán, es la gran desconfianza recíproca entre los dos Estados, China y Japón. Dicha desconfianza, opino, no se podrá superar en un corto ni mediano plazo. Económicamente, ambas economías sí se han complementado, sin embargo por lo dicho, es decir por la mencionada desconfianza, dicha complementariedad no ha sido suficiente para el nacimiento de un Chipón.

PREGUNTA DE MATILDE SUÁREZ GARCÍA A KENIA MARIA RAMIREZ MEDA
A veces uno tiene la sensación de que el buen tono de las relaciones sino-rusas depende del mal tono de las relaciones de Rusia con Occidente. Cuando Moscú y Occidente se entienden bien, ello repercute negativamente en la relación con Beijing. Y a la inversa. En el fondo, Rusia pareciera ver con recelos la emergencia y superioridad de China. Es verdad que en los últimos años se han dado pasos objetivos para dotar de contenido esa relación, pero ¿no cree que ello es más producto de la incapacidad de Occidente para establecer un diálogo provechoso con Moscú que de la sagacidad china para atraerse a Rusia a su estrategia?

RESPUESTA DE KENIA MARIA RAMIREZ MEDA A MATILDE SUÁREZ GARCÍA
La relación de Rusia y Occidente, llego sin duda a su punto álgido una vez finalizada la Guerra Fría, específicamente cuando Estados Unidos y Rusia inician una cooperación sin precedentes en materia de desarme, posteriormente se consolida con la llegada del siglo XXI específicamente después de los atentados del 2001 cuando Rusia coopera estrechamente con Estados Unidos las relaciones alcanzan un tono de igual a igual o al menos fue la percepción Rusa quien pretendía consolidar su estrategia euro atlántica, sin embargo Estados Unidos no tenía la intención de tratar a Rusia como su igual, y esto quedó de manifiesto cuando apoyan las revoluciones "de colores" e inician su expansionismo en materia de seguridad por medio de la OTAN lo que Rusia consideró una intromisión en su "zona de influencia"; es aquí cuando dan un giro del euroatlantistmo, a la postura euroasiática, lo que demuestra que realmente no ha habido un entendimiento de igual a igual en las relaciones EUA-Rusia, lo que China le ofrece en cambio es una relación de pares, donde ambos se benefician de la cooperación y en donde la relación bilateral puede representar un instrumento para balancear la influencia norteamericana en el continente asiático (aunque ambos no aceptan abiertamente este hecho). Por tanto, la alianza estratégica al menos en la retórica, se conduce de manera independiente de las relaciones de Rusia y China con el Occidente, aunque bien sabemos que en la práctica no es así.

PREGUNTA DE JESÚS GARCIA DE VIEDMA PALACIOS A KENIA MARIA RAMIREZ MEDA
Lo primero decir que me ha parecido una ponencia interesantísima. Simplemente quería preguntar por el papel de Rusia en el Océano Pacífico, particularmente en la relación con China ante la presencia estadounidense y en cuanto a los conflictos territoriales existentes. Muchas gracias.

RESPUESTA DE KENIA MARÍA RAMÍREZ MEDA A JESÚS GARCÍA DE VIEDMA PALACIOS
Rusia se presenta como una potencia emergente que está a la par de China en materia transpacífica como sabemos, han ampliado su cartera de inversiones sobre todo en materia energética; en cuatro de los países mas importantes pertenecientes al bloque Arco del Pacifico poseen acuerdos para operar plantas de regasificación y distribución de este importante recurso energético. En este sentido, aunque China ha realizado inversiones en el mismo talante, no compiten por el dominio de los mercados ya que China prefiere el esquema petrolero y Rusia el del gas.

Rusia y China no aceptan de facto que su alianza estratégica sirva para contener la presencia de Estados Unidos en la región, aunque sabemos que la alianza representa un recurso importante de ambos para obtener algunas importantes victorias sobre todo para contradecir los designios de Norteamérica en el Consejo de Seguridad de la ONU por ejemplo, solo por mencionar algunas de las acciones que Rusia y China emprenden de manera conjunta para demostrar que juntos son capaces de enfrentar los intentos de dominio hegemónico que EUA ha declarado de manera abierta sobre el continente asiático.

PREGUNTA DE JESÚS GARCÍA DE VIEDMA A NOEMÍ S. RABBIA
Me gustaría felicitarle por su trabajo y preguntar hasta qué punto pueden esperarse cambios en la manera en que los países desarrollados occidentales se relacionan con África a la luz de los ciertos éxitos que ha tenido China y la positiva acogida que parece haber tenido. Por otra parte creo que parece clave que la estrategia de China es desarrollar su propia forma de relacionarse internacionalmente eludiendo puntos de vista occidentales y estableciendo sus propios mecanismos de relación en los distintos espacios, aunque en ocasiones tenga que hacer frente a las críticas occidentales.

RESPUESTA DE NOEMÍ S. RABBIA A JESÚS GARCÍA DE VIEDMA
Muchas gracias por los comentarios. En primer lugar, debemos considerar que es muy difícil esperar cambios de las potencias Occidentales en su visión del continente, el cual en las últimas décadas ha quedado relegado como reservorio de recursos y/o – en el peor de los casos – un interés en el marco de una política más amplia de seguridad y política estratégico-militar (tal como lo demuestran iniciativas como AFRICOM).

Por otra parte, China presenta sin dudas un modelo novedoso de cooperación, no sólo menos condicionado sino también más adaptable a las necesidades y capacidades de los Estados africanos. Se han generado espacios de cooperación relevantes y con gran potencial, que pueden resultar mutuamente beneficiosos. No obstante, como mencioné en el artículo, el desafío más importante para los países del continente yace en la necesidad de consolidar sus instituciones nacionales y continentales para evitar un nuevo “vaciamiento” de África, dado que la presencia en China no se trata de un accionar basado en la filantropía sino que claramente responde a una política estratégica basada en las necesidades que plantea el contexto nacional económico chino.

La relación tiene un potencial interesante, es importante que este sea aprovechado para mutuo beneficio; esto se logrará en la medida que no se caiga en el mero aprovechamiento de las ventajas de corto plazo por parte de los países africano, sino que la vinculación se enmarque en una concepción clara acerca de los objetivos de mediano y largo plazo del continente, una idea que numerosos autores locales vienen trabajando en el ámbito académico.

COMENTARIO DE JESÚS GARCÍA DE VIEDMA A PONENCIA DE ANGEL RODRIGUEZ SOLER
Me ha resultado interesante su ponencia. Tengo la impresión de que la OCS puede funcionar bien como contrapeso regional a los intereses de Estados Unidos si continúa evolucionando como hasta ahora. Aparentemente, resulta una Organización atractiva a distintos niveles para una multitud de países de la región y me gustaría saber cuáles son las expectativas respecto a la admisión de nuevos miembros. Considero que es un fenómeno muy interesante por no ser una organización liderada por un miembro en concreto y capaz de fomentar la vía del diálogo con distintos niveles de participación.

PREGUNTA DE JESÚS GARCIA DE VIEDMA PARA OSCAR JULIAN VILLAR BARROSO
Me ha parecido una ponencia muy interesante, que ofrece un punto de vista diferente al habitual y que amplia por lo tanto el ámbito de debate. Mi pregunta sería relativa a cuáles serían los límites geográficos de la OCS y hasta dónde cree que llegará China, por sí sola o a través de la OCS, asumiendo protagonismo para colaborar en la recuperación de Afganistán y en detrimento de la estrategia y el protagonismo de Estados Unidos.
Espero que se entiendan mis consultas, un saludo.

RESPUESTA DE OSCAR JULIÁN VILLAR BARROSO A JESÚS GARCÍA DE VIEDMA
Le agradezco su comentario y me parece muy oportuna su pregunta que contestaré con mucho placer.

La OCS, a mi modo de ver, no tiene más límites que su propia capacidad para hacer bien las cosas, es decir, para construir un escenario nuevo, un escenario de paz y oportunidades para todos sus miembros, pienso que es por ahí por donde debemos comenzar, claro está, existen recelos importantes y no le falta razón a quienes los albergan.

No podemos olvidar que el sistema bipolar fue altamente peligroso, que mantuvo en vilo a la humanidad cuando dos bloques, liderados por dos superpotencias en el ámbito militar, erizaron de cohetes y bombas nucleares el planeta. Una ínfima parte de ellas hubiese sido suficiente para destruir la tierra.

Sin embargo, lo que vino después, la hegemonía unipolar de Washington ha sido peor y el mundo un poco que se ha acostumbrado a la existencia y a la presencia de este tipo de hegemones y por eso los recelos.

Yo soy optimista a lo Gramsci y pienso que luego de esto deben comenzar a parecer los “hegemones benévolos”, portadores de una nueva ética y de un tipo de política exterior de prestigio y si hay un escenario válido para el desarrollo de estas posiciones, ese es el de la OCS.

Fíjese que ahí confluyen un grupo de países con experiencias civilizatorias sólidas y milenarias, no se trata de una experiencia incivilizada reciente, como ocurre con el proyecto norteamericano de desarrollo que es un desastre desde el momento mismo en que surgió y evolucionó fiel a doctrinas como las del Leviatán o el Destino Manifiesto.
En la OCS se produce una alquimia interesantísima, a las que se suma ahora Turquía. Esto hace que en la organización se produzca una polifonía extraordinaria que mucho tiene que brindar, como soluciones, a esta humanidad incoherente.

China, a su vez, ha sabido aprovechar la organización para expandir sus valores y su economía, lo que no es malo y ha tratado de cerrar las puertas a la influencia Occidental que no deja de ser nociva para el país. No cabe dudas de que a pesar de los esfuerzos de Beijing en Xinjiang, por ejemplo, Washington continúa fomentando la desestabilización y se aprovecha de la diáspora uigur en sus propósitos y para ello alimenta hasta actos de tipo terrorista, los que en otros escenarios dice combatir.

En Afganistán, a su vez, han confluido una mezcla explosiva de antiguos muyahidines, talibanes y toda laya de fundamentalistas, que en manos de Washington son un peligro para todos los países de la región, de ahí que todos los países de la OCS hayan cerrado fila en su enfrentamiento y claro está, en contra de su patrocinador y benefactor: Estados Unidos.

De ahí que para todos sea muy conveniente la salida de un país que lejos de ser portador de lo que proclama, libertades, democracia, derechos humanos, etc., sea todo lo contrario y su presencia en cualquier lugar esté asociada a el incremento de la doga, la violencia, la corrupción, la inestabilidad, etc. Afganistán es solo un ejemplo, pero vean lo que ha ocurrido con su presencia en Irak, en Kosovo y hasta más acá, miren a México o a Colombia, y si no es suficiente les invito a dar seguimiento a la violencia en el territorio continental de ese país, al consumo de droga y los tiroteos en las escuelas.

COMENTARIO DE JESÚS GARCÍA DE VIEDMA PARA EDUARDO LEGUIZAMON.
Simplemente comentar que su ponencia me ha parecido muy informativa y con una importante capacidad de síntesis para ofrecer una visión condensada y a la vez amplia del panorama geopolítico de Asia en torno a China.

COMENTARIO DE ZHOU MINKANG A BENJAMIN CREUTZFELDT
Le felicito por su brillante ponencia y a la vez le agradezco mucho por su trabajo, el cual nos ha facilitado muchas informaciones y los análisis muy interesantes sobre el tema y mi comentario es que China aún conoce muy poco sobre Latinoamérica (LA) ni mucho menos la diferencia sustancial de cada país que forma parte de este continente aunque hay un instituto de Estudios de LA en Beijing dentro de la Academia de ciencias sociales. Si los políticos y los gobiernos de LA tienen un conocimiento muy bajo sobre China, puedo decir que ocurre lo mismo en China, donde el conocimiento chino sobre LA también es muy bajo resultando que las empresas chinas en esta región han cometido y están cometiendo y cometerán bastantes errores graves. Son recíprocos el intercambio de información y el conocimiento mutuo. Mi pregunta, o mejor dicho, mi duda es: ¿cómo miran los políticos, los gobiernos y los empresarios de LA la nueva política exterior política y económica y la nueva actitud de China hacia LA? Si la pregunta es my amplia, ya que cada país de LA es diferente, puedes citar el caso de Colombia como ejemplo para que podamos entender esa reciprocidad en materia de la comprensión mutua política, económica y empresarial. Gracias.

RESPUESTA DE BENJAMIN CREUTZFELDT A COMENTARIO DE ZHOU MINKANG
Es cierto que su pregunta es amplia y merece una respuesta muy extensa, y no me atrevo a contestarle en detalle. Habría que aclarar primero cuál es “la nueva política exterior política y económica” de China – aquella formulada en el Documento político de noviembre 2008, o la delineada por el primer ministro Wen en Santiago de Chile en junio 2012, etc. – y segundo, para seguir la distinción de David Shambaugh, la cual me parece muy útil, hacer una comparación y un contraste entre la política exterior china (es decir, la que diseña el gobierno) y las relaciones exteriores de China (las cuales son responsabilidad compartida de las empresas estatales, las iniciativas privadas, el cuerpo diplomático, el militar, etc.)

Como parte de mi tesis doctoral, la cual espero terminar hacia finales del presente año, estoy mirando en algún detalle la reacción de varios países de la región a la política exterior china, y con gusto comparto algunas de estas observaciones con usted más adelante.

COMENTARIO DE OSCAR VILLAR BARROSO A COMENTARIO DE BENJAMIN CREUTZFELDT
Mi nombre es Oscar Villar, soy profesor universitario e investigador cubano y me gustaría comentar algunas de sus reflexiones porque tiene usted mucha razón en lo que plantea.
En cuanto al desconocimiento recíproco debo decirle que puede que no sea tan así. Cuba y China tienen una larga data de relaciones estrechas y que se han seguido profundizando, hay conocimiento y respeto y son muchos los jóvenes chinos que estudian en Cuba y más que estudiar en mi país, considero que están estudiando el país, lo que es muy bueno. Esa es una inversión a largo plazo, pues se trata de muchachos y muchachas muy jóvenes, eso mismo podrían hacer también en otros países de América Latina.

Ustedes tienen también otra fortaleza que debían aprovechar, las comunidades chinas asentadas en cada país y los descendientes, que conocen las particularidades de los países donde se han insertado. No sé cómo será en otros lugares, pero el Barrio Chino de La Habana es un monumento a la reciprocidad entre ambos países, sus habitantes conocen mucho de China, algunos hasta el idioma, pero al ser cubanos, están inmersos en todos los procesos de la nación.

Tampoco debe olvidar que la lógica expansión económica y comercial de China ha estado acompañada no solo de los errores de la parte china, que usted señala, también de una feroz campaña anti china de parte de quienes están interesados en frenar a China y esa propaganda solamente ustedes están en el deber de desmontarla y lo deben hacer aprovechando pilares importantes de la cultura y la tradición de China, un error imperdonable sería repetir las matrices de otros países en su expansión.
Si las autoridades y los empresarios chinos llegan a América Latina con la humildad y el respeto que les es característicos, difícilmente no serán bien recibidos, deberán ser además, muy pacientes, como solo los asiáticos saben ser e ir ganando palmo a palmo los espacios para el intercambio mutuamente beneficioso y sin dañar el medio ambiente ni otros valores de los pueblos receptores, de lo contrario estarían comportándose como un nuevo imperialismo y ese camino no conduce a ningún lugar.

La política exterior de China, tendrá que ser obligatoriamente, una POLÍTICA DE PRESTIGIO, lo remarco y subrayo, porque de lo contrario no solo que no podrá conseguir sus objetivos particulares, tampoco podrá conseguir desmontar el modelo unipolar que se la impuesto al mundo, incluida China.

De tal manera, amigo Zhou, su país tendrá que desarrollar una forma diferente de relacionarse con América Latina, que no se parezca a la de Washington, que de ella ya estamos hartos por acá, respetando las diferencias y estimulando los puntos de coincidencia, contribuyendo a que la relación traiga beneficios a todos y que estos se vean en los países, acercándose a los pueblos para mostrar los logros de la cultura china, pero sin pretender imponer los patrones de su cultura a los nuestros, siendo humildes, en vez de arrogantes como suelen ser los gringos donde quiera que llegan y apoyándose en quienes les pueden allanar el camino en ambas direcciones, en ese sentido la relación de su país con el mío podría ser un eslabón que pienso no han sabido aprovechar al máximo.

Saludos a usted y éxitos y sabiduría a la nueva dirección política y estatal de su país.

PREGUNTA DE JOSÉ MANUEL NUÑO LAGE A EDUARDO LEGUIZAMÓN
Felicitar al profesor Leguizamón por su instructiva y muy documentada ponencia.
¿Tal vez una recomposición del mapa geopolítico, con los BRICS como marco de referencia, podría mitigar la ya prolongada crisis global, siendo factible una recomposición de “bloques económicos” complementaria a la que se daba, ya, durante la llamada “Guerra Fría”?

RESPUESTA DE EDUARDO LEGUIZAMÓN A JOSÉ MANUEL NUÑO LAGE
En primer lugar, agradezco la pregunta de sobre los BRICS. Personalmente, opino que en el mundo actual, se estaría gestando una nueva geopolítica, con un centro claramente en Asia. En cuanto a los BRICS, este grupo aún tiene que profundizar mucho más su cooperación. Creo que es muy interesante la dirección que va tomando, al menos hasta el momento, pero aún es insuficiente como para poder hablar de una nueva geopolítica dirigida por los BRICS. Los BRICS, ya poseen iniciativas tendientes a trasladar el centro desde Europa-América del Norte hacia ellos. Esperemos que puedan continuar profundizando aún más sus iniciativas y logren consolidarse de manera efectiva. Lo que sí podemos afirmar, es que los BRICS representan algo novedoso para la geopolítica.

PREGUNTA DE PATRICIA CASTRO OBANDO A BENJAMIN CREUTZFELDT

Quiero felicitarlo por abordar un tema que preocupa a muchos académicos latinoamericanos involucrados en el tema chino, especialmente ante la pasividad de sus gobiernos. Como usted bien señala, la integración de AL para relacionarse productivamente con China es una urgencia. Otro punto de sumo interés es la necesidad de académicos latinoamericanos que investiguen desde fuentes chinas para evitar el filtro de las traducciones, y que se sumen al trabajo que ya realizan otros académicos con vasta experiencia en el tema chino.
Mi pregunta en ambos casos es cómo alcanzar estas metas.

RESPUESTA DE BENJAMIN CREUTZFELDT A PATRICIA CASTRO OBANDO
Muy buenas preguntas, las cuales me preocupan desde que llegué a América Latina hace unos diez años – desde Europa, donde se crearon centros de investigación sobre China y Asia hace siglos. Para hablar con optimismo y buen ánimo, quiero resaltar que existen cada vez más iniciativas individuales e institucionales en esta dirección: dejando de un lado los Institutos Confucio, las cuales son valiosos establecimientos pero demasiado apegados a la política oficial china y de poca profundidad investigativa, y en muchos casos aislados dentro de sus universidades anfitrionas, hay cientos de estudiantes latinoamericanos quienes han estudiado en China, regresando a su país con el ánimo de compartir sus aprendizajes; también existen iniciativas de investigadores politólogos e historiadores para estudiar las realidades de ese país. Lo que falta, en general, es (1) financiación empresarial y (2) coordinación interinstitucional.

Una universidad en Alemania, por ejemplo, hace tres años amenazó con el cierre de su instituto de sinología: a esta noticia reaccionaron cinco empresas locales, creando un fondo para asegurar la continuidad de la investigación, y de la enseñanza del idioma chino. Algo parecido se dio hace poco en el Perú, donde un empresario hizo posible la creación de un centro para la enseñanza sobre historia, cultura, economía e idioma de China. En mi universidad en Inglaterra, hace unos veinte años, me animé a competir en concursos de chino patrocinados por la empresa Philips (y confieso que gané tres años seguidos). No conozco las condiciones particulares de los centros relevantes en Argentina, Brasil o México, pero en general parecen ser escasas o nulas las contribuciones empresariales. No lo digo por neoliberal, sino reconociendo que la financiación estatal para la educación es muy reducida en los países de la región.

En cuanto a la coordinación interinstitucional, es un fenómeno particular de esta región, que existen no dos o tres, sino docenas de universidades en las principales ciudades, y siendo en general privadas en vez de públicas, exigen exclusividad de sus profesores y se oponen en alto grado a la colaboración entre colegas. En Bogotá, por ejemplo, hay unas diez universidades con un interés declarado en estudiar a fondo la China, pero solo unos cinco profesores familiarizados con el país y unos tres con un conocimiento del idioma. Para simposios, se invitan más extranjeros que colegas nacionales, y las publicaciones, al compararlas con la literatura en Europa o Estados Unidos, suelen quedarse en generalidades y repeticiones.

Obviamente, es clave enganchar con los desarrollos fuera de América Latina, ya que por ejemplo de los diez libros más recientes sobre “China-América Latina” nueve son de publicación en Estados Unidos e Inglaterra, pero creo que la clave para el desarrollo del tema es el apoyo empresarial para iniciativas individuales, y la cooperación entre instituciones – e incluso entre países vecinos – para realizar, en las palabras del sinólogo australiano Geremie Barmé, un diálogo continuo con el mundo del habla chino.

Su primero interrogante se puede responder a base de lo mencionado arriba, ya que esfuerzos serios en la academia generarán el conocimiento para dialogar con China y diseñar estrategias informadas y productivas.
Cierro con una publicidad en cosa propia: hace un mes salió mi libro “China en América Latina: reflexiones sobre las relaciones transpacíficas,” un libro enteramente en español, con ensayos originales de expertos destacados de China, Estados Unidos, América Latina, y nuestro aliado español, Xulio Ríos. Espero que esto sea parte de la base para el trabajo de investigación y difusión de cultura y política china.

PREGUNTA DE RAFAEL SANG R. A EDUARDO G. LEGUIZAMON
Primero lo felicito por su ponencia y su laboriosidad. En segundo lugar, veo que usted seña en la página 7 "la República de China o Taiwán también reclaman a Japón la soberanía de las isla Senkakku (Diaoyu)..." Entonces en caso de que el caso llegue a lo último, es decir llegar al plano militar, para conseguir el relamo a quien cree usted que favorecería el yo llamó el "policía del mundo", es decir Estados Unidos. Como usted indico también, los EEUU tienen amplios acuerdos militares con ambos países, con Japón y con Taiwán Algo similar ocurre con Corea del Sur y Japón. A quien apoyaría Estados Unidos en el caso hipotético de que las disputas con Japón lleguen al plano militar?

Y, una última pregunta, si Estados Unidos tiene decenas de bases militares en toda Asia, si tiene con alta amenaza de bloqueo naval a Irán, ya invadió a Irak a un costo para ellos de más de tres trillones de dólares, ahora está invadiendo Afganistán… Si los cinco miembros del grupo de Shanghái, especialmente Rusia y China, desean tener bases militares en los países vecinos de sur de Asia, cree usted que sería posible?

RESPUESTA DE EDUARDO G. LEGUIZAMON A RAFAEL SANG R.
Agradezco su pregunta, y me complace saber que mi trabajo ha sido de su agrado. Respecto a su primera pregunta, que hace referencia a un escenario de un conflicto armado en Asia Oriental, en el que se vieran involucradas las bases o las fuerzas militares de los EE.UU. Es difícil predecir el resultado de una hipótesis de esa naturaleza. En primer lugar, personalmente pienso que cualquiera sean las partes involucradas, trataría de evitar un conflicto armado, pues no le resultaría conveniente a ninguno. Cuando hablo de partes involucradas, me refiero a la República Popular China, EE.UU., Japón, Corea del Sur. La situación con Corea del Norte es diferente, ya que este Estado, al parecer estaría dispuesto a ir más allá de una simple disuasión militar. A EE.UU., como ya mencioné, no le conviene un conflicto armado en la región, ya que tiene fuertes intereses implicados, los que podrían verse seriamente afectados. En el caso del conflicto por las Islas Senkaku/Diaoyu, EE.UU. trata de mantenerse al margen, por ejemplo, a pesar de un acuerdo de seguridad con Japón.

Respecto a la segunda pregunta, si los Estados miembros del grupo de Shanghái, en especial Rusia y China, podrían llegar a adquirir bases militares en el sur de Asia, mi respuesta es afirmativa, creo que tienen todas las intenciones de hacerlo, y de poder lograrlo a mediano plazo. Rusia ya ha comenzado a desplegar su flota marítima por mares lejanos a sus propias costas. Por otra parte, Rusia trata de forjar un vínculo estratégico con Vietnam, en cuyas costas bien podría adquirir una base naval. China por su parte, aún no está en condiciones de desplegar su fuerza naval como lo hace Rusia, sin embargo, y como menciono en el trabajo, trata de penetrar en el Océano índico, con obras de infraestructura de distinta naturaleza. Por lo expuesto, no veo inconveniente alguno, en que Rusia y China logren adquirir bases estratégicas en el Océano índico.

COMENTARIO Y PREGUNTAS DE JOSÉ MANUEL NUÑO LAGE A NOEMÍ S. RABBIA
La no condicionalidad en lo tocante a las inversiones, el beneficio mutuo o la no injerencia, por ejemplo son factores a tener en consideración en cuanto a la relativa aceptación de la entrada de China en los mercados de África, por ejemplo; no obstante, dos salvedades a contrastar con la autora de la ponencia; ¿se han producido, digamos, quejas, por parte de algunos países o sectores de estos mercados en relación a una presumible dinámica “depredatoria” o de no consideración al segmento medioambiental? ¿Está en el softpower chino, en la región, la clave (o parte de ella) de la inversión y el negocio chino y de sus frutos compartidos?

PREGUNTA DE JOSÉ MANUEL NUÑO LAGE A OSCAR VILLAR BARROSO

Básicamente de acuerdo en el planeamiento inicial y, especialmente, en lo relacionado con el cuidado máximo en torno a la biosfera de las grandes potencias Rusia y China, un par de cuestiones sobre el particular ¿debería el llamado Occidente dar ejemplo a las citadas potencias, especialmente a China, desarrollando un planteamiento similar en cuanto a la preservación ambiental, desarrollo y fomento [urgente] de energías alternativas y “limpias”, etc., como requisito previo para que China adoptase, plenamente, este comportamiento político-económico, de forma generalizada? Y ¿en qué sectores, tal vez biotecnología, bioética, agricultura sostenible, etc., de este rubro “ecológico”, estaría la predominancia, tal vez en el conjunto y en otros?

RESPUESTA DE OSCAR VILLAR BARROSO A JOSÉ MANUEL NUÑO LAGE
El problema del medio ambiente se ha convertido en un tema vital, en un tema de supervivencia, hace unos años no lo era y es una lástima porque el daño al ecosistema ha sido brutal.

China y la URSS, entonces, no tenían en cuenta los posibles impactos de su “estilo” de desarrollo que siguió siendo extensivo, modelado por la mentalidad de las toneladas.
En lo que llamamos “Occidente” ocurrió otro tanto, aunque a su manera. La sociedad de consumo no se detiene ante nada y el fetiche de la mercancía sencillamente la condiciona de manera total. Esa sociedad de consumo, es decir, de consumismo a per se no tiene remedio ni futuro y ese no puede ser la solución del desarrollo.
China, sin embargo, un país cuyo aporte a la polución del planeta venía siendo considerable, desde hace unos años ha comenzado a replantearse el asunto y están comenzando a adoptar políticas ecológicas. Ellos están comprometiéndose, por ejemplo, a reducir la emisión de gases de efecto invernadero hasta en un 50%, lo que constituye una cifra considerable de reducción de carga contaminante en la atmosfera. Eso está bien y ojala lo consigan.

Lo otro está relacionado con la voluntad política del país. A mí me resultó muy interesante el planteamiento del XVII Congreso del PCCh. En ese cónclave fue donde por primera vez hablaron de que el modelo de socialismo chino tenía que basarse en: “…la construcción de una sociedad modestamente acomodada…” y a partir de ese propósito han venido elaborando planes. Recientemente, en el XVIII Congreso retomaron la idea y le insuflaron nuevos propósitos en ese sentido.
De tal manera, mi querido amigo, soy del criterio de que ese país está avanzando hacia un modelo de desarrollo diferente, que tiene fallas, pero es que en China todo es grande, todo es inmenso y los problemas requieren de importantes recursos y de importantes consensos. Ojala que sí, que sea así y que China se convierta en un buen ejemplo a imitar por todos.

COMENTARIO Y PREGUNTA DE JOSÉ MANUEL NUÑO LAGE A KENIA M. RAMÍREZ
Leyendo con atención y detenimiento la brillante ponencia de la profesora Kenia Ramírez entresaco las siguientes notas: Moscú opta por la integración regional con países de Asia. Mas el acuerdo estratégico, bilateral, prolongado en el tiempo y con distintos matices de variabilidad según la coyuntura política, económica, etc., es con China, destinada a convertirse, quizá, en primera potencia mundial, al menos en cuanto a lo económico se refiere.

Basadas estas relaciones entre las dos potencias, en gran medida, en la contención de la influencia y las ambiciones de EE.UU. en la zona centro-asiática, efectivamente tienen puntos de fricción que pudieran resumirse muy sucintamente, en la colusión de intereses; si bien, como de manera brillante apunta la autora, a mi juicio, parece que Rusia adopta el papel “subordinado” de seguir la estela del imparable crecimiento y la posición hegemónica del gigante asiático; el enfrentamiento por el control y/o la supervisión del área energética de Asia central está servido entre el innovador (en RR.II., relaciones Internacionales) bloque asiático y la, hasta ahora, potencia hegemónica mundial: EE.UU. Cita, la autora, a Xulio Ríos, en cuanto a la necesidad de ampliar el modelo de intercambio entre ambas potencias, añadiendo a aquel el rubro de la alta tecnología. Pregunta: ¿Es factible el desplazamiento de la influencia de EE.UU., a pesar de su recientemente declarada estrategia geopolítica con objetivo, precisamente en Asia-Pacífico, en la zona que viniera a ser ocupada por los países de la OCS, el `quinteto de Shanghái, etc.?

RESPUESTA DE NOEMI S. RABBIA A JOSÉ MANUEL NUÑO LAGE.

Respecto de la primera pregunta, en general no se producen argumentos en contra de la presencia china en África. Sí sin embargo existen "llamados de atención" advertencias que la comunidad académica oriunda del continente africano hace no sólo en relación a la presencia de China sino también de los BRIC en general.

Lamentablemente, en materia institucional queda mucho por hacer en estos países jóvenes en términos relativos. Muchos de ellos poseen gobiernos que coexisten con estructuras paralelas de poder y corrupción que derivan en las conversión de ciertas áreas del Estado en meros espacios para la compra de lealtades y el enriquecimiento personal, a través de negocios que no reparan en la intencionalidad de los socios extra regionales.

Finalmente, en relación a la última pregunta, creo que sin dudas, la adaptabilidad que ofrece China a las necesidades de las comunidades africanas responde al uso de este soft power como bien tú mencionas, en gran parte derivado de una historia en relación a la región opuesta diametralmente de la Occidental. La virtud del soft power chino es más el resultado de los defectos del de Occidente que otra cosa.

RESPUESTA DE KENIA M. RAMIREZ A JOSÉ MANUEL NUÑO LAGE
Es factible el desplazamiento de la influencia de EE.UU., a pesar de su recientemente declarada estrategia geopolítica con objetivo, precisamente en Asia-Pacífico, en la zona que viniera a ser ocupada por los países de la OCS, el `quinteto de Shanghái, etc.?

No creo que sea factible un desplazamiento de la influencia norteamericana en el continente al menos no en el corto plazo. Lo que si puede ser factible y de hecho ya existe es una división tácita de las zonas de influencia entre Estados Unidos y la dupla China-Rusia en materia de seguridad y economía, donde ambos buscan hacerse de aliados por medio de estrategias como el aglutinamiento de Estados en mecanismos de cooperación de seguridad y economía comandados y creados al amparo de ellos. Es así como encontramos la mencionada OCS donde el liderazgo es ejercido por Rusia y China y en contraparte los mecanismos de cooperación de seguridad que Estados Unidos establece de manera bilateral con algunos de sus socios regionales (Japón, Australia, Filipinas, etc.) En materia económica es Estados Unidos quien en este caso prefiere la integración por la vía multilateral con organismos de integración como APEC e instrumentos como la reciente conformación del Arco del Pacífico, en este caso China posee métodos de integración bilaterales por medio de inversiones vía joint ventures, prestamos por commodites, entre otros. De aquí viene la franca división en zonas de influencia que aun no ha encontrado un ganador dado que ni China ni Rusia han opacado el gran poder que EUA tiene en la región en materia de seguridad y económica, sinceramente creo que tampoco se ha intentado una estrategia de desplazamiento hasta el momento dado que las economías de la "dupla" aun dependen en gran parte de la economía norteamericana por lo que se observa mayormente una interdependencia.

Al respecto, recomiendo la lectura García Tobón, Carlos (2011). “China y el giro estratégico de EUA en Asia Pacífico. América Latina, ¿hacia dónde va?” Centro SEDA de Estudios Asiáticos, Bogotá, Colombia. Para ampliar la información sobre el tema.



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