La ayuda humanitaria empieza a llegar a los damnificados por el tifón en Filipinas

Redacción 15/11/2013 La llegada de un portaviones americano ha permitido acelerar y mejorar la distribución de la ayuda con sus helicópteros que pueden alcanzar zonas aisladas a las que no se tenía acceso ya que las carreteras estaban cortadas.

Los helicópteros pueden transportar hasta mil kilos de peso y reparten sobre todo agua potable y alimentos.

Las agencias internacionales que trabajan sobre el terreno advierten de los grandes retos logísticos a los que se enfrentan para distribuir la ayuda. Aunque algunos aeropuertos se han podido abrir, muchas carreteras siguen cortadas y hacen falta camiones para repartir la ayuda que también deben ser enviados a las islas de Samar y Leite desde el exterior.

Desde el gobierno de Filipinas se da una cifra oficial de 3.621 muertos, mientras que la ONU contabiliza 4.460. Sin embargo, todos coinciden en que la cifra de víctimas aumentará conforme avancen los trabajos de rescate y se levanten los escombros. Más de once millones de personas se han visto afectados por el paso del Haiyan.

El entierro de las víctimas es una prioridad para evitar que se agraven los problemas sanitarios.

A pesar de las fuertes críticas que ha recibido por la lentitud en asistir a los damnificados por el tifón, el gobierno filipino ha defendido su respuesta ante del desastre y ha recordado que ha sido el tifón más fuerte de la historia en tocar tierra.

El presidente Benigno Aquino ha asegurado que han acelerado las operaciones de socorro, Aunque la destrucción de infraestructuras y la falta de suministros, como luz y teléfonos, ha agravado el problema.

En la ciudad de Tacloban el gobierno nacional ha tenido que asumir la responsabilidad de organización, porque los funcionarios locales también han sido víctimas del tifón.

Hasta el jueves el ejército filipino habría distribuido 700 toneladas de ayuda y evacuado a unas 6.000 personas por el aire de la zona de la catástrofe.

Aquino ha reconocido que la construcción de nuevas viviendas para la gran cantidad de habitantes que han perdido su casa tardará unos meses