Redacción
26/04/2011
Naciones Unidas da credibilidad a las acusaciones de crímenes contra la humanidad cometidas por el ejército de Sri Lanka en el final de la guerra contra los tamiles en 2009. La ONU ha hecho público su informe y pide una investigación, mientras el gobierno cingalés rechaza las acusaciones.
El panel formado por tres expertos que ha elaborado el informe de
Naciones Unidas pide al gobierno de Sri Lanka que abra una investigación sobre los crímenes cometidos por el ejército cingalés en la última fase del conflicto con los rebeldes del Ejército de Liberación de la Tierra Tamil (LTTE).
El informe, de 240 páginas, asegura que los bombardeos realizados por el ejército causaron la muerte de decenas de miles de civiles. También se da credibilidad a los numerosos testimonios de ejecuciones de prisioneros sin juicio previo y de violaciones de mujeres.
En su informe, Naciones Unidas también acusa a la guerrilla de los rebeldes tamiles de utilizar a la población civil como escudos humanos, de reclutar niños soldados y de asesinatos indiscriminados.
El gobierno de Sri Lanka, que conocía el contenido del informe desde el día 12 de abril, rechaza las acusaciones y asegura que adolece de falta de imparcialidad y es unilateral.
Los hechos que refleja el informe pueden ser susceptibles de ser juzgados como delitos contra la humanidad. Sin embargo, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, ha recordado que el organismo no puede ordenar una investigación para juzgar los hechos ante un tribunal penal internacional. La investigación debe partir del gobierno de Sri Lanka o a iniciativa del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Se da por seguro que Rusia y China se negarán a una iniciativa que califican de intervencionista en la política interna del país.
Un panel de tres expertos ha investigado durante 10 meses el final armado del conflicto entre el ejército de Sri Lanka y la guerrilla del Ejército de Liberación de la Tierra Tamil que luchaba por la independencia del territorio de mayoría tamil en el norte y este de la isla.
En la última fase del conflicto, entre enero y mayo de 2009, se calcula que más de 300.000 personas de etnia tamil quedaron atrapadas entre el ejército cingalés y la guerrilla tamil. El ejército de Sri Lanka lanzó bombardeos indiscriminados sobre la población civil, incluso hospitales y centros de la Cruz Roja se convirtieron en blancos militares.
Más de 100.000 personas han perdido la vida en este conflicto que durante más de 25 años desestabilizó el país.