Redacción
06/04/2011
El informe del Banco Asiático de Desarrollo (
BAD) sobre las previsiones económicas de los países emergentes del continente asiático en este 2011 muestra un importante crecimiento en la región, aunque algo menor que en 2010.
Según el
informe anual del BAD, este año el crecimiento económico se situaría en el 7,8%, y en 2012 cedería una décima hasta el 7,7%. A pesar de ser inferior al 9% conseguido en 2010, un año considerado excepcional, estas previsiones muestran que la recuperación tras la crisis global está plenamente consolidada.
El conjunto de los 45 países que incluye el informe (Asia menos Japón) se verá impulsado por las dos grandes economías regionales, la china y la india. Para China, el BAD prevé un crecimiento del 9,6% tras el 10,3% registrado en 2010, debido a la aplicación de una política monetaria más estricta y a la debilidad de las exportaciones hacia los mercados europeo y norteamericano, todavía en fase de recuperación.
En el caso de India, el año fiscal que finaliza en marzo de 2012 cerraría con un incremento del 8,2%, cuatro décimas por debajo del ejercicio que se acaba de cerrar el pasado mes de marzo.
Con todo, la caída de la demanda desde occidente se vería compensada, según el BAD, por los fuertes vínculos comerciales creados entre los propios países asiáticos y también con otras economías emergentes del resto de continentes.
Por regiones, el Asia Oriental seguiría liderando el crecimiento con un 8,4% en 2011. El Sur de Asia registraría este año un 7,5%, mientras las economías del Sureste Asiático crecerían, según las previsiones del BAD, un 5,5%.
La inflación, la gran preocupación
El aumento de los precios supone el principal problema para los dirigentes de estos países, no sólo por su vertiente económica sino por sus consecuencias sociales al ser una fuente de tensión entre una población mayoritariamente pobre que ve como además disminuye progresivamente su poder adquisitivo.
Changyong Rhee, economista jefe el BAD, ha recordado en la presentación del informe que en esta región viven dos tercios de los
pobres del mundo, una población especialmente vulnerable ante el incremento de precios de comida o carburantes.
Para el conjunto de los 45 países estudiados, el BAD prevé que la inflación pase del 4,4% de este año al 5,3% en 2011. Para combatir el aumento de precios, el Banco sugiere a los respectivos gobiernos que no se limiten a endurecer sus políticas monetarias sino que apliquen una combinación de diferentes medidas, como una mayor flexibilidad en los tipos de cambio, y sin dejar de tener en cuenta las consecuencias en la población.
El informe del BAD ha valorado también la posible repercusión en estas economías del terremoto y el tsunami que ha vivido el vecino Japón y de la posterior crisis nuclear. Pero los expertos del BAD creen que, partiendo de la premisa de que los problemas en la central de Fukushima no irán a más, las dificultades que atraviesa Japón no afectarán de forma importante al resto de la región.
Es más, aunque a corto plazo puedan tener algún impacto negativo en el comercio, posteriormente las economías asiáticas se podrían ver beneficiadas por la demanda que generará la reconstrucción de las zonas japonesas afectadas.
La entidad financiera considera que otro de los retos que estas economías deben afrontar para el futuro es la necesidad de diversificar y desarrollar nuevas fuentes de crecimiento. Las incertidumbres geopolíticas en la región podrían ser otro factor a tener en cuenta.
+ información: Informe del Banco Asiático de Desarrollo