El superávit comercial de China se dispara sorprendentemente en Abril

Redacción 10/05/2011 Las ventas al exterior han crecido un 25,9% en abril en comparación con el mismo mes del año pasado, frente a un 21,8% las importaciones.

El superávit comercial de China se sitúa hoy en los 11.430 millones de dólares, una cifra que ha caído como una bomba sobre la mesa de la reunión bilateral que las delegaciones china y norteamericana celebran en Washington.

La publicación regular de las cifras del comercio bilateral chino ha coincidido esta vez con un encuentro destinado precisamente a afrontar el principal desacuerdo entre Pekín y Washington: el valor de la divisa china.

El Diálogo Económico Estratégico, la reunión semestral entre representantes de múltiples ministerios y agencias estatales de China y Estados Unidos, está dominado por la presión de Washington sobre Pekín para que afronte de una vez por todas un cambio de modelo de manera que la economía del gigante emergente deje de apoyarse esencialmente en la inversión y las ventas al exterior.

Por su parte China ha reclamado mayores facilidades para invertir en la economía norteamericana, donde muchos sectores ven con recelo caer en manos chinas, sobre todo si el nuevo propietario es una empresa del estado… de un estado oficialmente comunista.

El dato conocido hoy da más argumentos al gobierno norteamericano para reclamar a Pekín lo que efectivamente ha hecho una vez más en esta reunión: que China gaste más dinero, que fomente el consumo interno y que permita una clara apreciación del yuan, única manera de que las exportaciones chinas dejen de tener una ventaja competitiva manifiesta que vuelve a ponerse de manifiesto con las cifras de abril.

Los analistas interpretan que el mejor comportamiento de las exportaciones chinas este mes de abril respecto a lo que es tradicional se debe a que los fabricantes chinos han conseguido trasladar sus incrementos de coste al comprador, que no encuentra alternativas a los proveedores de la República Popular.

Al mismo tiempo, el gobierno chino intenta imponer medidas de restricción del crédito que contengan la inflación, elemento que sin ser determinante, dado su éxito relativo, puede haber contribuido a frenar el crecimiento de las importaciones.